Este miércoles la gigante constructora brasileña Odebrecht se declaró culpable de haber pagado millonarias coimas para poder ganar contratos en Estados Unidos, Suiza y Brasil.
Es por eso que la empresa ahora debe pagar una multa de US$2,600 millones a las autoridades de los mencionados países para zanjar la investigación seguida en Nueva York y que —según el Departamento de Justicia de Estados Unidos— es el caso de soborno extranjero más grande de la historia.
La petroquímica brasileña Braskem SA —investigada por el mismo delito— también se declaró culpable y se acordó que recibirá una multa de US$632 millones.
Ambas compañías acordaron cooperar con las autoridades, incluyendo las investigaciones que están enfocadas en los directivos de las empresas en particular. Al respecto, esto comentó la Fiscalía de Brasil:
"La colaboración de las dos empresas revela un vasto caso de corrupción, nacional e internacional. Considerados conjuntamente, los valores devueltos son récord mundial en términos monetarios en un acuerdo de lenidad [blandura, falta de rigor]".
Según aclara, en Brasil, las investigaciones revelaron un vasto sistema de corrupción en torno a Petrobras que hace temblar a la clase política brasileña.