Las advertencias son claras y la seguridad siempre es estricta, pero la mayoría de los conductores están familiarizados con la rutina con la que miles de empleados y contratistas cruzan la protegida entrada a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés).
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Pero la semana comenzó de forma violenta cuando dos hombres vestidos de mujer que conducían una camioneta deportiva oscura y robada ignoraron las órdenes de los agentes en la puerta de la NSA en Fort Meade, en Maryland.
La Policía disparó sobre el vehículo, que después embistió a un auto de la policía. Un sospechoso murió. El segundo resultó herido, al igual que un agente.
La duda de si el conductor quería romper el perímetro o estaba desesperado y confundido en una zona de alta seguridad solo aumentaba el misterio en este tiroteo con participación de las autoridades. La oficina del FBI en Baltimore dijo estar investigando el "incidente de disparos".
"La escena del tiroteo está acordonada y no creemos que esté relacionada con el terrorismo", indicó la portavoz Amy Thoreson en un comunicado.
La oficina declinó hacer comentarios sobre el estado de los heridos, salvo para señalar que recibían atención en un hospital cercano.
Los hombres travestidos robaron la camioneta deportiva en un hotel de Jessup (Maryland) y terminaron a unas 7 millas de distancia en la puerta de la NSA en el complejo militar de Fort Meade, según las autoridades.
Agencia AP