Más de 100 personas murieron en el sureste de Nigeria en el derrumbe de una iglesia evangélica durante un acto religioso, en el que se consagraba a un nuevo obispo.
El siniestro se produjo el último sábado, en la ciudad de Uyo, capital del estado de Akwa Ibom, situado en la región petrolífera del Delta del Níger. Según detallaron los medios locales, el templo pertenecía a la Reigners Bible Church International y estaba lleno de feligreses que asistían a dicha celebración.
Dos grúas de una empresa privada de construcción han sido utilizadas para despejar de escombros el lugar de los hechos, que continúa acordonado por la Policía y en el que los servicios de emergencia siguen trabajando.
Entre quienes han salido ilesos del derrumbe se encuentra el propio gobernador del estado, Udom Emmanuel, quien ha prometido investigar las causas del derrumbe.