Intentando imitar la encendida retórica del fallecido Hugo Chávez, el actual "presidente encargado" de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al líder opositor, Henrique Capriles, de ser un "fascista de rostro nauseabundo" y de buscar generar violencia para sabotear las elecciones del 14 de abril, en las que ambos se enfrentarán.
"Se le cae la máscara y se le ve el rostro nauseabundo de fascista que es. Su objetivo es provocar al pueblo de Venezuela, es un irresponsable. Está buscando que el pueblo de Venezuela se salga del cauce y se vaya por los caminos de la violencia", dijo al canal estatal VTV.
"Está buscando la violencia para romper el tablero político venezolano y entonces manchar el proceso electoral (…) y después justificar su retiro de la campaña por la violencia que él mismo generó con sus grandes ofensas al pueblo", agregó.
Capriles, gobernador del estado Miranda (norte), confirmó que se presentará en las elecciones como candidato de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática y cargó duramente contra Maduro, al que acusó de mentirle al país sobre el día de la muerte del líder bolivariano para ganar tiempo y tener "todo cuadrado".
Las acusaciones mutuas son el preludio de lo que será una rápida pero agresiva campaña electoral, que solo comienza formalmente el 2 de abril, según el Consejo Nacional Electoral.
Maduro también señaló que la familia de Chávez "se reserva todas las acciones judiciales para defender el honor y la memoria del comandante" por "las graves ofensas que han lanzado sobre la vida y la muerte".
"No soy Hugo Chávez, pero soy su hijo. Vengo a hacer un compromiso de vida con nuestro pueblo bajo la campaña electoral, como dice la Constitución, en paz. Que nadie inocule el veneno del rencor en el cadáver de nuestro comandante Hugo Chávez", dijo tras inscribir formalmente su candidatura presidencial en medio de una multitudinaria manifestación chavista.