Nicolás Maduro pidió tener un cara a cara con Juan Manuel Santos. (EFE)
Nicolás Maduro pidió tener un cara a cara con Juan Manuel Santos. (EFE)

Redacción PERÚ21

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El presidente de Venezuela, , reiteró este jueves su llamado a su homólogo de Colombia, , a reunirse para tratar la crisis fronteriza y advirtió que al Gobierno colombiano "le va a ir mal" si toma el camino de las amenazas.

"Quiero ver al presidente Santos cara a cara (…) y hablar y que juntos resolvamos (el tema)", señaló Maduro en China al canal estatal venezolano VTV, que cubre la gira del mandatario por el gigante asiático y Vietnam.

Santos dijo que está dispuesto a reunirse con Maduro siempre y cuando cumpla condiciones relacionadas con el respeto "a los derechos fundamentales de los colombianos".

Maduro declaró que los dos países deben de "mantener el equilibrio" y llamó a Santos "a restituir el equilibrio, la sensatez, la tranquilidad". Además, indicó que su Gobierno "no quiere una confrontación ni un enfrentamiento con Colombia", sino una "nueva frontera" entre países.

"No quiero pelear con el presidente Santos, yo lo que quiero es garantizarle al pueblo venezolano su seguridad en el Táchira (…) en todo el país. Que se acabe el paramilitarismo en la frontera y en todo el país", sostuvo.

Maduro aconsejó a su homólogo colombiano "que respire, que se tranquilice, que tome un poco de agua fresca, que se tome una manzanilla con azúcar" porque, según dijo, "está bastante ácido".

"(Juan Manuel Santos) deje de escuchar los consejos del Comando Sur" estadounidense, agregó Maduro y aseguró que si Colombia opta por el camino de las amenazas, sean políticas, diplomáticas, "o de cualquier signo" le va a ir "muy mal"

"Venezuela está acompañada por el mundo, tiene la compañía del propio pueblo colombiano. Se van a sorprender si se meten con nosotros, del apoyo que tenemos dentro de Colombia en los humildes", advirtió.

Maduro ordenó el cierre de alrededor de 100 kilómetros de los 2.219 que comparte con Colombia por seis municipios del fronterizo estado Táchira, el pasado 19 de agosto, tras el ataque, según el Ejecutivo, de paramilitares colombianos contra militares venezolanos.

Dos días después, decretó el estado de excepción en la misma zona alegando la lucha que mantiene el Gobierno contra la violencia y el contrabando en la zona y de la que ha responsabilizado a paramilitares y a colombianos que vivían en el lado venezolano de la frontera.

Este cierre de pasos así como el estado de excepción fue ampliado el pasado viernes a cuatro municipios más por lo que la totalidad de la frontera con Colombia por el Táchira se encuentra cerrada hasta nuevo aviso.

Desde el cierre de la zona limítrofe, 1,381 colombianos han sido repatriados, según cifras de las autoridades migratorias colombianas facilitadas este jueves, mientras que organismos de ONU estiman que otros 10,000 han optado por abandonar de forma voluntaria ante el temor de correr la misma suerte.