Nicaragua: Médicos denuncian despidos y acusaciones de terrorismo del sandinismo

El gremio de médicos latinoamericanos expresó en un foro en Costa Rica su preocupación por los despidos masivos de profesionales de la salud y las acusaciones de terrorismo por ejercer su profesión durante la crisis sociopolítica que se registra en Nicaragua desde hace cuatro meses.

Durante el Foro Internacional de la Confederación Médica LatinoIberoamericana y del Caribe, el médico nicaraguense, Ricardo Pineda, señaló que existen 200 doctores despedidos, amenazas de muerte y que además son acusados de terrorismo. 

"Circulan nuestras fotos con un 'se busca por terrorismo' por el hecho de brindar atención médica, cuando lo único que tenemos a nuestra mano es un estetoscopio y la voluntad de atender a la población y disminuir el número de muertos", expresó Pineda. 

El galeno es uno de los médicos que estuvo encerrado en la iglesia Jesús de la Divina Misericordia, en Managua, tras el asedio de los grupos paramilitares. Ahora es catalogado por el Gobierno del mandatario Daniel Ortega como prófugo de la ley y terrorista.

El médico se encuentra en Costa Rica junto con otros profesionales de salud de la región en el marco del foro en el que se analizaron los efectos de los conflictos en el ejercicio de la medicina.

Pineda criticó que tras agudizarse la crisis los médicos han tenido que atender en iglesias y casas a la población herida durante las protestas, ya que por política del sandinismo se le negó la atención en los centros médicos.

Asimismo aseveró que los médicos trabajan en condiciones "absolutamente irregulares" con mucha carencia. Por ello, se enfocan en disminuir el dolor, parar el sangrado y preservar la vida, ya que en muchos de los casos no pueden trasladar al paciente al hospital.

"Los guardias del hospital no dejan abrir las puertas, a otros les quitan los sueros y los sacan a la calle. Otros han estado en el hospital y llegan los paramilitares a secuestrarlos . No solamente es la represión por el cierre de puertas, sino generar un temor que si uno se acerca a la unidad de salud del Estado va a ser apresado", denunció Pineda.

Ante esta situación, el gremio de médicos latinoamericanos hizo un llamado a respetar las declaraciones de la ONU sobre la protección al personal médico, sanitario y de Cruz Roja en zonas de conflicto y que no puede ser que se criminalice o culpe a un paciente por su ideología, religión o etnia.