El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que la mayoría de los ciudadanos respaldan sus acciones "para restablecer el orden" en las masivas protestas contra su gobierno que han dejado más de 20 muertos y más de 100 heridos según diversas ONG.
El mandatario señaló además que actuará "con la firmeza correspondiente". Sus declaraciones se dieron pese a que Perú, Argentina, Brasil, Estados Unidos, la Unión Europea, el papa Francisco, entre otros, criticaron el uso excesivo de la fuerza.
"La inmensa mayoría de los nicaragüenses está condenando estos hechos y está respaldando las acciones que tomamos para restablecer el orden y la estabilidad, ya con el acompañamiento de la población", declaró Ortega.
El presidente hizo esas afirmaciones en el mensaje a la Nación en que anunció la derogación de las reformas al Instituto Nacional de Seguridad Social que desataron las protestas que han ido creciendo y que en muchos casos derivaron en actos violentos.
"No podemos permitir que aquí se imponga el caos, el crimen, el saqueo (...) tenemos la ley, tenemos las instituciones, para actuar con la firmeza correspondiente", expresó Daniel Ortega.
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Soldados del Ejército de Nicaragua continúan desplegados en varias ciudades luego de una serie de enfrentamientos y vandalismo, que no ha parecido ceder pese a los llamados y advertencias del presidente. Ortega afirmó que hay personas arrestadas en medio de los disturbios pero no ha otorgado cifras. Tampoco sobre los fallecidos.
"Que no me vengan a decir que los vamos a liberar, porque, entonces, ¿a dónde vamos a ir a parar? Los está capturando ya la Policía", expresó.
Ortega tampoco especificó si el gobierno tomará medidas contra los miembros de la Juventud Sandinista, grupos afines, y agentes de Policía que participaron en los saqueos, según grabaciones publicadas en redes sociales.
Mientras tanto, manifestantes señalaron su descontento no solo por el tema de las pensiones, sino también por supuestos fraudes electorales, continuas alzas del combustible, el actuar impune de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos opuesto al Gobierno, y el discurso oficial de "paz y reconciliación" que supuestamente no refleja la realidad del país.