El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que Irán traspasó la línea roja al lanzar el miércoles cohetes contra Israel, y que su país “reaccionó en consecuencia” destruyendo 50 objetivos iraníes en Siria.
En su primera declaración desde la escalada de violencia en la frontera norte del país, Netanyahu dijo también que había mandado un mensaje claro al líder sirio, Bachar al Asad, advirtiéndole para que mantenga a sus fuerzas militares fuera del conflicto.
“Pero si el ejército sirio nos ataca, actuaremos en consecuencia. Eso es exactamente lo que sucedió ayer (el miércoles). Las baterías del ejército sirio dispararon misiles tierra-aire contra nosotros, y golpeamos”, subrayó.
Esta situación ha generado la preocupación de la comunidad internacional ante una eventual guerra. “Nos acercamos al precipicio”, señaló a la AFP Heiko Wimmen, del centro de reflexión International Crisis Group.