La NASA reveló recientemente que en una superficie desértica al norte de Kazajistán —la cual luce como un terreno cualquiera— se puede ver desde el aire (a una distancia 700 kilómetros) unas enormes figuras geométricas, que guardan cierto parecido a las Líneas de Nazca, en Perú.
Esta revelación pudo ser analizada gracias a una serie de fotos satelitales presentada hace poco por la NASA. Se trata de cuadrados, cruces, líneas, anillos y esvásticas, que según los investigadores tendrían una antigüedad de 8 mil años.
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La figura más grande, según el diario español El País, es un cuadrado gigante formado por 101 montículos que tiene las esquinas conectadas por una cruz en diagonal. El área combinada de esta formación es superior a la de la Gran Pirámide de Keops en Egipto.
Estas figuras fueron descubiertas por Dmitriy Dey en 2007, gracias a Google Earth. El economista y amante de la arqueología presentó sus hallazgos recién en 2014 durante una conferencia de la materia celebrada en Estambul.
Pero hace menos de dos semanas, la NASA publicó estas nuevas imágenes, dando señales que la organización espacial también quiere aportar a la investigación.
"Nunca había visto nada semejante; me parece extraordinario", comentó Compton J. Tucker, un científico de la biósfera que trabaja para la NASA en Washington.
Day, quien descubrió las extrañas figuras, dijo que a su parecer estos no fueron creados para ser vistos desde el aire. En tanto, considera que lo más probable es que hayan sido "observatorios horizontales para seguir el movimiento del sol naciente".
Según Dey la creación de estas estructuras —por lo menos las más antiguas— sería autoría de la cultura Mahanzhar, que habitaba la zona entre los años 7,000 a.C. y 5,000 a.C.
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El estudio primario de estas figuras generaría un cambio en la concepción que se maneja sobre los primeros nómadas. Ahora se cree que los grupos cazadores recolectores no permanecían el tiempo suficiente en un lugar como para crear estructuras de grandes dimensiones, como se observa en Kazajistán.
"La idea de que estos pueblos pudiesen reunir el número de personas necesario para emprender proyectos de grandes dimensiones, como crear los geoglifos de Kazajistán, hizo que los arqueólogos reconsideren la naturaleza y los ritmos de la organización humana a gran escala y compleja, como precursora de las sociedades sedentarias y civilizadas", explicó Persis B. Clarkson, arqueólogo de la Universidad de Winnipeg, según refiere El País.
Giedre Motuzaite Matuzeviciute, arqueóloga de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido refirió a la BBC que estas líneas no podrían ser llamados geoglifos ya que este término se usa únicamente cuando el propósito es artístico, pero no cuando cumple una función en específico.