Foto: ABC News
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Luego de varios años de infertilidad, Susie Troxler, una psicóloga de 50 años de Carolina del Norte, en , dio luz a su hija Lily Antonia Troxler el 29 de setiembre de 2021, si primera hija. ¿Cómo fue esto posible?

“Cuando nos casamos, asumimos que quedaríamos embarazados, y luego no sucedió. Pero los dos somos muy de la vieja escuela, y cuando crecimos nadie hablaba ni discutía la FIV (fertilización in vitro)”, contó Susie Troxler.

Ella y su pareja, Tony Troxler, de 61 años, habían intentado tener un bebé desde que se casaron, hace 13 años, pero nunca lo consiguieron de manera natural. Sin embargo, todo cambió hace alrededor de tres años en un examen rutinario.

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Su nueva ginecoobstetra en Cone Health, una red de atención médica a la cual accedió luego de que su esposo fuera contratado en un departamento de seguridad, le hizo una simple pregunta “¿Hay algo más, una inquietud o pregunta?”.

“Debido a que ella lo preguntó, le mencioné que no habíamos quedado embarazada y ella dijo: ‘Está bien, podemos trabajar en eso’”, recuerda Susie Troxler.

La Dra. Carolyn Harraway-Smith entonces la derivó a un especialista en fertilidad. “Por lo general, si alguien era más joven y tenía un período de tiempo más largo para concebir, yo comenzaría el estudio de la infertilidad”, dijo Harraway-Smith. “Debido a su edad, sabía que teníamos una ventana corta, así que la derivé a un endocrinólogo reproductivo”.

Este endocrinólogo detectó en Susie fibromas, que por lo general son tumores benignos, estos estaban en las paredes de su útero, algo relativamente común en las mujeres de 40 a 50 años.

Entonces, la señora Troxler se sometió a una cirugía en 2019, para extirpar estos fibromas, pero de todas maneras, debido a su edad, la pareja no podría tener un bebé de manera natural.

Las personas embarazadas que intentan quedar embarazadas después de los 35 años se consideran en “edad materna avanzada”, un término utilizado en la comunidad médica.

Es que la edad avanzada dificulta el trabajo de los órganos que trabajan en la gestación, además, aumenta el riesgo de algunas enfermedades relacionadas a esta, y al alumbramiento, como diabetes gestacional y preeclampsia para la madre, o nacimiento prematuro y defectos de nacimiento para el bebé, según March of Dimes.

La pareja se sometió a varias rondas de FIV, pero después de no poder producir un embrión viable, tuvieron que recurrir a la donación de óvulos. En 2019 iniciaron con este proceso, pero fue interrumpido por la pandemia en 2020.

En febrero probaron el último embrión viable, lo que sería su última oportunidad. Semanas después, la gran noticia llegó: Susie estaba embarazada. “Ni siquiera tengo palabras para eso”, dijo sobre el embarazo.

Luego de meses de gestar a su primera hija, se sometió a una cesárea planificada el 29 de septiembre, dirigida por Harraway-Smith, a quien los Troxler le atribuyen haber iniciado el proceso que los llevó a convertirse en padres.

“Todos en la sala estaban emocionados y ella salió sana y feliz y era simplemente una hermosa bebé”, dijo Harraway-Smith sobre el parto de Lily.

Ahora los Troxler se encuentran en medio de los primeros meses de ser padres primerizos: privados de sueño, una experiencia que dijeron que no cambiarían por nada del mundo.

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