Redacción PERÚ21

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Lo único que espera Eufemia García es que los restos de su nieto, hijos y otros 50 miembros de su familia aparezcan. La erupción del Volcán de Fuego en cambió su vida por completo: las cenizas le arrebataron lo que más amaba en este mundo.

Según indica la agencia Reuters, al menos 110 personas murieron después de que Fuego estalló el domingo pasado. Por ahora, se estima que cerca de 200 personas permanecen enterradas bajo los escombros; entre ellas, los familiares de Eufemia

La mujer de 48 años cree que sus nueve hermanos y sus familias, así como su madre, sus hijos adultos y un nieto, están bajo los escombros en el departamento de Escuintla

La localidad que se llevó la peor parte está ubicada en la zona sur de las faldas del volcán: la aldea de San Miguel Los Lotes. Esta comunidad fue completamente tapada por las cenizas tras la fatídica erupción. 

Eufemia reta cada mañana la orden oficial del Estado de no acercarse al lugar en riesgo para cavar con un pico y una pala, y, así, poder encontrar los restos de sus seres queridos. 

"No voy a darme por vencida hasta no tener una parte de mi familia y darle cristiana sepultura", afirmó García a las cadenas internacionales que se encuentran en Guatemala.

Eufemia se encontraba en el mercado de Los Lotes vendiendo frutas, como acostumbra desde hace décadas, cuando vio el flujo piroclástico llegando a su pueblo. Corrió de regreso para alertar en su hogar, pero fue demasiado tarde.

"He buscado aquí en la morgue y en la otra morgue y mi familia no aparece", dijo García, quien es la única sobreviviente de la numerosa familia, junto a su hermano que no vive en la zona desde hace mucho. 

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