Se muestra fuerte tras ataques xenófobos. (Reuters)
Se muestra fuerte tras ataques xenófobos. (Reuters)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La primera ministra negra en Italia, , respondió a diciendo que está orgullosa de ser negra, no 'de color', y que el país no discrimina por razas.

Cecile Kyenge, una oftalmóloga y ciudadana italiana originalmente de la República Democrática del Congo, por el primer ministro Enrico Letta el sábado pasado, y es una de las siete mujeres que integran el nuevo Gobierno del país.

Desde entonces, ha sido sujeto de bromas en sitios de Internet de extrema derecha, que la llamaron "mona congoleña", "Zulu" y "la negra anti-Italia".

También enfrentó insultos racistas de Mario Borghezio, miembro del Parlamento europeo por la Liga Norte, que ha estado aliada en el pasado con el ex primer ministro Silvio Berlusconi.

En referencia a Kyenge, Borghezio calificó la coalición de Letta un "Gobierno bonga bonga", un juego sobre las bufonadas llamadas "bunga bunga" bajo el Gobierno de Berlusconi, y dijo que parecía ser "una buena ama de casa, pero no una ministra".Kyenge rechazó los comentarios y la portavoz de la Cámara baja del Parlamento Laura Boldrini los calificó como "vulgaridades racistas".

La ministra de Integración planea introducir una ley, a la que se opone la Liga, que permitiría a los hijos de padres inmigrantes nacidos en Italia obtener la ciudadanía inmediata en lugar de esperar hasta los 18 años.

"Llegué a Italia sola a los 18 años y no creo en abandonar frente a los obstáculos", dijo Kyenge, quien dejó su país natal para estudiar medicina.

La ministra también rechazó el término "de color" usado para describirla en muchos reportes de la prensa italiana diciendo: "Vi que hubo algunas dificultades en describirme, por lo que les digo que soy ítalo-congoleña y negra. No soy de color, soy negra y lo digo con orgullo".

Millones de personas emigraron de Italia en los siglos XIX y XX, pero el país tiene dificultades para integrar ciudadanos de otros países que llegan en busca de trabajo.

Kyenge, quien está casada con un italiano, dijo que no veía a Italia como un país particularmente racista y que creía que las actitudes hostiles provenían principalmente de la ignorancia.

"Italia tiene una tradición de dar la bienvenida y ofrecer hospitalidad a los demás. Necesitamos reconocer esas tradiciones y aplicarlas día a día", declaró.