Los ciudadanos del sur de la Florida y de Miami se preparan para la inminente llegada del huracán Irma, fenómeno que ha dejado desastres a su paso.
Muchos de los negocios de la zona están tomando sus precauciones y han cerrado sobre todo en la zona de Miami Beach y Bal Harbour. Además, al ser una zona donde hay muchos botes los dueños se han asegurado que estos puedan resistir el paso de Irma.
Asimismo, el gobernador de la Florida, Rick Scott, dijo hoy en rueda de prensa que su administración está buscando soluciones para que las gasolineras no se queden sin combustible, ante la afluencia de usuarios que buscan abastecerse por la llegada del huracán.
"Sabemos que el combustible es muy importante, por lo que estamos enfocando nuestros recursos estatales en esto", dijo Scott ante representantes de los medios de comunicación en Hialeah, ciudad aledaña a Miami.
También dijo que "todos los puertos de Florida están operativos y pueden aceptar envíos de combustible. Actualmente hay un carguero en camino desde una refinería en Misisipi hacia el puerto de Tampa", confirmó.
Estas medidas se dan porque desde el último martes se observan largas filas de automóviles en las estaciones de servicio del condado y esta mañana varias de ellas amanecieron cerradas por haber agotado sus fondos.
Indocumentados no deben temer
Respecto a sobre si se va a pedir algún documento legal a las personas para beneficiarse de un refugio, Scott indicó que "los inmigrantes indocumentados no tienen que preocuparse por su estatus legal en estos momentos", respondió el vicegobernador del estado, Carlos López Cantera.
"No se mirará la legalidad de nadie ante un huracán; nuestra prioridad es salvar vidas", manifestó Cantera. Scott, que el lunes declaró el estado de emergencia para los 67 condados del estado, reiteró que la organización en estos momentos es importante pues se esperan impactos devastadores en ambas costas y se debe atender a todos los pronósticos.