Redacción PERÚ21

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El 10 de octubre de 2017, Andrea Greenberg falleció por consumir pastillas para bajar de peso en poco tiempo. Ella era una de 54 años con una vida bastante holgada y sin ninguna preocupación. Su esposo, Alejandro Aparicio la ayudaba en el negocio de que tenían. Ambos poseían un patrimonio millonario en

Tras el fallecimiento de la esposa, Aparicio se dedicó a seguir trabajando en la empresa pero los resultados no eran los más esperados. Por ello, empezó a dedicarse a gastar todo el dinero en lujos y realizaba retiros diarios de miles de dólares desde la cuenta de la pareja. 

Sin embargo, el hombre no sabía que su mujer había dejado un testamento para elegir a las personas que recibirían su parte. La hermana, Valerie Greenberg fue la persona designada y recibió toda la herencia. 

Ante esto, Alejandro Aparicio apareció después de muchos años y ahora solicita que se entregue el dinero que le corresponde. El monto, según el esposo, es de un millón de dólares. 

"Deberían respetar mis derechos y saber que yo he colaborado con todo lo que Andrea había logrado", enfatizó