Redacción PERÚ21

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Los de menores en sufren de penas duras, siendo las del estado de , las más estrictas del país. Los sentenciados por estos delitos no solo cumplen una condena en prisión, sino que luego se convierten en parias de la sociedad para toda su vida.

Según las leyes de Miami, las personas juzgadas por abuso de menores, luego de cumplir sus sentencias en prisión, salen para cumplir otra pena de por vida. Estas personas ya no pueden residir a menos de 600 metros de una escuela, área de juegos, jardín infantil, parque o parada de autobús escolar.

Este hecho hace que cientos de expresidiarios abandonen sus casas para reunirse en campamentos improvisados a las afueras de la ciudad. Viviendo con grilletes electrónicos para mantenerlos controlados por la policía, informa BBC.

"Después de que salen de prisión, que terminan su etapa probatoria, que cumplen con todo lo que se supone que deben cumplir, se encuentran con estas excesivas restricciones que los deja prácticamente sin lugares para vivir. Y lo más lamentable es que este delito los sigue para el resto de sus vidas", revela Nancy Abudu, directora legal de la Asociación para las Libertades Civiles (ACLU) en Florida.

Este es el caso de Luis Concepción de 74 años, que vive desde el 2014 en un campamento para 'agresores sexuales' en Miami. Luis carga el repudiable peso de haber violado a su ahijada, una menor de 7 años, sobrina de quien en ese momento era su esposa.

Miami: Esta es la cruda situación que viven los abusadores de menores. (BBC)
Miami: Esta es la cruda situación que viven los abusadores de menores. (BBC)

Él ahora vive en una carpa, entre latas de conserva, envases vacíos y desechos, en una calle al norte de Miami. Se preocupa por la batería de su grillete electrónico ya que no tiene donde cargarlo. Si se apaga, le sonará una alerta a la policía y podrían interpretarlo como una violación a la ley que lo llevaría nuevamente a la cárcel.

"Entre todos compramos un generador para las noches, pero ahora por la mañana un muchacho que también está aquí se lo llevó porque lo necesita", refiere el hombre, mientras fuma compulsivamente.

HACINADOS

Como Luis, hay más de 270 agresores sexuales que conviven en ese lugar. Un asentamiento improvisado con carpas, lonas, trozos de madera, muebles viejos y demás objetos donados o encontrados en la basura.

Algunos pocos tienen auto o casas rodantes, en las que se desplazan durante el día, pero al caer la noche, todos llegan a dormir a ese lugar. Muchos duermen en tablas, colchonetas, a la intemperie, guardando sus cosas en maletas viejas o carritos de supermercado.

Los delitos cometidos son variados, y van desde ver y poseer pornografía infantil, tener relaciones con una novia menor de edad, desnudarse delante de niños, tocamientos indebidos y violación.

Miami: Esta es la cruda situación que viven los abusadores de menores. (BBC)
Miami: Esta es la cruda situación que viven los abusadores de menores. (BBC)

CAMPAMENTO EN RIESGO

Estos lugares improvisados son cada vez más reducidos. El reciente y dramático caso de una niña violada y quemada viva en 2005 ha convertido a la ciudad en un sitió prácticamente imposible para ellos. A todo esto se suma el elevado costo de renta en Miami, una de las ciudades más caras del país.

Estos factores han relegado a los abusadores sexuales a reunirse a las afueras de la ciudad, lugares como el Aeropuerto Internacional de Miami, los Everglades, un pantano infestado de cocodrilos que cubre gran parte del estado, y algunos pocos lugares alejados de todo, como estas calles de una zona industrial en la ciudad de Hialeah.

Sin embargo, ya el Departamento de Sanidad de la ciudad ha dictaminado que este último campamento, el más grande del país, debe ser desalojado por considerarse de riesgo para la salud pública. El caso llegó incluso a las cortes esta semana, pero la decisión se mantuvo firme.

Miami: Esta es la cruda situación que viven los abusadores de menores. (BBC)
Miami: Esta es la cruda situación que viven los abusadores de menores. (BBC)