Pediatra oncólogo superó el cáncer durante su juventud. (Facebook)
Pediatra oncólogo superó el cáncer durante su juventud. (Facebook)

Redacción PERÚ21

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El Nuevo Hospital Civil de Guadalajara () tiene un médico que comparte sus horas como superhéroe. Pero él no sale a la calle a combatir, lo hace en el mismo hospital y su principal armas son las bromas y porsupuesto, sus trajes. ¿El villano? la infantil.

Se trata de Sergio Gallegos Castorena, un pediatra oncólogo mexicano que cayó en la cuenta que sus pacientes lograban mejores resultados a través del buen ánimo. Si bien las risas no eran la cura a su enfermedad, sí se convertían en una potente terapia para las recuperaciones.

Como lo hizo Hunter Doherty, el popular "Patch" Adams, este médico mexicano se ha ganado el reconocimiento de la prensa de su país.

Quizás Gallegos Castorena haya iniciado su divertida aventura como agradecimiento a la vida. El cuenta que cuando tenía 17 años fue diagnosticado con un tumor testicular genital etapa 3 con metástasis al retro perineo.

DIAGNÓSTICO DEVASTADORPero sus padres no se quedaron con los brazos cruzados. Viajaron hasta el hospital Anderson, en Houston (Estados Unidos) donde le dijeron por primera vez que su enfermedad podía curarse.

La buena noticia llegaría en septiembre de 1988. "Se acabó, puedes irte a casa", le dijo el médico que lo trató. Sergio se fue con la mente puesta en su futuro: ser médico.

En la Universidad Autónoma de Guadalajara se hizo médico cirujano y en Ciudad de México pediatra. Pero sus ganas de devolver lo recibido lo llevaron a hacer un voluntariado en el hospital civil en 1989. Consistía en visitar a los niños hospitalizados vestido de payaso durante los fines de semana.

En aquel momento no se imagino que tras unos años volvería a dicho nosocomio, pero ahora como médico titular.

"¿Sabes qué me impulsó a la oncología? Los maestros que hablaban del destino trágico de los enfermos de cáncer. Me mostraba en desacuerdo, yo era una muestra viviente de que no era así", cuenta el médico a RT.

En 2007 Sergio regresó al Nuevo Hospital Civil de Guadalajara, esta vez como pediatra oncólogo.

TRATAMIENTO DE RISASDesde que llegó comenzó a aplicar su terapia de risas. Primero se vistió de Papá Noel para una celebración navideña. Al poco tiempo ya se vestía de algún personaje de acuerdo a alguna festividad en el calendario.

"De inmediato noté que el efecto en mis pacientes era muy positivo. No tenían estrés, tampoco tensiones. Se acercaban mucho más. Al disfrazarme, yo era más ser humano y menos rígido", señala Gallegos.

En la actualidad se disfraza cada frecuencia y hasta sus pacientes le pueden hacer pedidos a través de su . Él se hace cargo de los pacientes pediátricos con leucemia en el hospital.

"Pasamos de un promedio de 34% al 83% en pacientes que sobreviven. No se trata únicamente por efectos de los disfraces que usamos, cambiamos muchas cosas, introdujimos otras. Somos un equipo de personas que hacemos cuanto está en nuestras manos para ayudar a los niños", apunta el médico.

Aunque es difícil de medir científicamente las incidencias del uso de disfraces, el pediatra asegura que está "convencido que sigue valiendo la pena hacerlo".

Según RT, datos del hospital señalan que desde el 2007, fueron atendidos 7,300 niños con una tasa de curación del 78%. Cifra que se eleva al 80% en los casos de leucemia.

Uno de sus más famosos disfraces es 'El Santo', guerrero de lucha libre que lleva una máscara plateada. Videos suyos en YouTube muestran cómo el personajes se convierte en la alegría de los pacientes dentro del hospital.

Y no se trata solo de vestirse y hacer una que otra broma. El pediatra oncólogo aprovecha los trajes para darles ánimos. "Somos luchadores. Estamos luchando con todas nuestras fuerzas, para salir adelante", le suele decir a los niños.

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