La captura de tres generales y un teniente coronel del Ejército mexicano, presuntamente vinculados con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, que opera en Sinaloa, sumió a las Fuerzas Armadas de ese país en una profunda crisis.
Uno de los detenidos es el general retirado Tomás Ángeles Dauahare, quien ocupó durante un par de años el segundo cargo de más importancia en el Ejército de ese país y quien podría haber sido candidato a secretario de Defensa Nacional del próximo mandatario.
El analista José Reveles refirió a BBC Mundo que el arresto de los militares es un duro golpe a la imagen del Ejército, que ha sido el pilar fundamental en la lucha del gobierno contra los narcotraficantes.
Además de Ángeles Dauahare, los generales detenidos son Roberto Dawe González, quien permanecía en activo, y Ricardo Escorcia Vargas, retirado. El otro oficial detenido es el teniente coronel retirado Isidro Hernández Soto. Todos son investigados por la Procuraduría General de la República gracias a las declaraciones de un testigo protegido.
Desde 2006, cuando se intensificó la lucha contra el narcotráfico en México, muchos advirtieron del riesgo de que los delincuentes se infiltraran en las fuerzas armadas, lo que se evidencia con estas capturas. Sin embargo, especialistas sostienen que la política antidrogas se mantendrá sin cambios.