La canciller alemana Angela Merkel pasó por un momento vergonzoso cuando en un mapa ubicó a su ciudad de nacimiento, Berlín, en lo que corresponde a Rusia.
Merkel visitó un centro de estudios que dicta un curso de integración previo al examen de lengua, cultura y Constitución alemana que debe aprobar cualquier inmigrante que quiere obtener su residencia en el mencionado país europeo.
La funcionaria decidió participar como voluntaria, pero se confundió de regiones. La maestra la corrigió, pero la mujer de 57 años se mostró totalmente sorprendida. "¿Cómo? ¿Más abajo? ¿Y entonces qué es esto?", preguntó. "Es Rusia", le aclaró la profesora. "¡Vaya! ¿Tan cerca?", dijo la canciller.
Minutos antes, dos inmigrantes africanos, un vietnamita y una peruana pasaron ese examen.
Un funcionario del Gobierno alemán, citado por El Mundo, confirmó que se trató de un lapsus y que este no tiene nada que ver con un plan para invadir Rusia.