Ayer el príncipe Guillermo de Cambridge y Catalina recibieron miles de saludos por el décimo aniversario de su boda. Pero solo una ha llamado la atención de varios: la que recibieron de manera privada de parte del príncipe Enrique de Sussex y Meghan de Sussex, así lo ha confirmado un portavoz de los duques que residen en California, Estados Unidos.
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Según ha revelado un portavoz de los duques de Sussex a la revista The Daily Beast, Enrique y Meghan felicitaron a los duques de Cambridge, un gesto con el que parecen tenderles una rama de olivo a dos de los miembros de la Familia Real Británica que peor parados salieron de su entrevista con Oprah.
El príncipe Guillermo de Cambridge, dijo su hermano Enrique de Sussex en la polémica entrevista con Oprah Winfrey, está atrapado por los protocolos y convenciones de la Corona, mientras que Catalina de Cambridge hizo llorar a Meghan de Sussex unos días antes de su boda celebrada en el año 2018.
Solo unos días después de la entrevista, la gravedad de la situación entre ellos quedaba nuevamente al descubierto cuando, notablemente molesto, el príncipe Guillermo se saltó el protocolo para negar en público que su familia fuera racista y señalar que pensaba tener una conversación con Enrique.
Esa conversación entre los hermanos, se supo luego, no llegaría a buen puerto. Sin embargo, la muerte del duque Felipe de Edimburgo el pasado 9 de abril hizo que el príncipe Enrique de Sussex pisara después de un año el Reino Unido y se reuniera con sus parientes tras un año sin coincidir con ellos.
En el funeral, los dos hermanos se mantuvieron distanciados, caminando separados tras el féretro de su abuelo, pero luego Catalina ayudó a interceder entre ellos. La duquesa de Cambridge esperó a que su cuñado saliera de la capilla del castillo de Windsor, tras lo cual se los vio charlando con Guillermo.
Ha sido el aniversario de los duques de Cambridge la excusa de Enrique y Meghan para un acercamiento. No será la única fecha, ya que dentro de un mes, con motivo de los 60 años de Diana de Gales, se espera que Enrique y Guillermo inauguren una estatua de su madre en el palacio de Kensington.