Con una gran alegría, pero con inquietud por el futuro que les espera. Así, unos 850 sirios que huyeron de la guerra en su país y que vivían como refugiados en el Líbano regresan a con el objetivo de rehacer sus vidas en su tierra natal.

Desde las 06:00 a.m., hora local (10:00 p.m. del domingo en Perú), los sirios se reunieron en la localidad de Arsal, en el noreste del Líbano, desde donde se dirigieron al puesto fronterizo de Wadi Hamayed en toda clase de vehículos y cargando con sus pertenencias, a través de dos puestos de control del ejército libanés, que supervisó su salida.

Una mujer de nombre Farah Bero y madre de cinco hijos expresó su alegría por poder regresar a su país, aunque desconoce si su casa en Siria sigue en pie.

"Quizás al principio tendremos que vivir en tiendas de campaña, al igual que en el Líbano, pero estar en nuestro propio país es diferente", aseguró esta refugiada procedente de la localidad de Flita, cerca de la frontera sirio-libanesa.

Otras refugiadas, que acudieron a despedir a sus familiares que han obtenido el visto bueno para regresar a Siria, declararon que han decido permanecer en el Líbano de momento.

Entre ellas, Mariam Mahmud Efrain explicó que sus casas han sido destruidas por la guerra y no saben lo que les espera en Siria, aunque confió en que "un día puedan regresar".

Los que desean volver a Siria de forma voluntaria tienen que inscribirse en el Ayuntamiento de Arsal o en la Seguridad Nacional libanesa, para que las autoridades del país de acogida envíen sus nombres a las de Damasco, de las que depende la decisión final.

Pero algunos temen las posibles represalias del régimen, en concreto las madres que tienen hijos varones y los propios jóvenes que no han hecho el servicio militar, los cuales podrían ser reclutados al volver a poner los pies en suelo sirio.

"Tengo cinco hijos, mi hija está casada en Siria, y dos jóvenes de 18 y 21 años, y dos pequeños están conmigo (en el Líbano) con mi marido enfermo", dijo Fátima, procedente de las afueras de Damasco.

"Lo único que quiero es proteger a mis hijos, no he huido y pasado penurias para que los envíen ahora a morir. No me importaría regresar y tener que vivir en una tienda de campaña, siempre y cuando dejen a mis hijos quedarse conmigo", declaró en referencia a los que están en edad de hacer el servicio militar.

Por su parte, Mahmud Rifai destacó que los jóvenes aún no se atreven a regresar: "La guerra no ha terminado, no sabemos lo que nos espera y podemos ser llamados a las filas del Ejército".

Al mismo tiempo, uno de los parientes de Mahmud, de nombre Ahmad, afirmó a Efe que decidió permanecer en el Líbano con sus tres hijas pequeñas porque su casa ha sido ocupada y no tiene documentos que demuestren que es propietario de la vivienda que dejó cuando huyó de Siria.

Otro refugiado, Naif Seif, se lamentó de que su hija y sus tres pequeñas nietas obtuvieron el permiso de Damasco para retornar pero a él se lo denegaron, y no quiere que ellas regresen solas.

Mientras, Falfal al Halabi, el cual lleva cinco años afincado en el Líbano, destacó que poder volver a su tierra "no tiene precio".

Su hijo fue operado del corazón en el Líbano y aseguró estar muy agradecido a este país pero consideró que "no hay nadie que no quiera regresar" a su país de origen.

Los refugiados que salieron hoy de Arsal fueron acompañados por personal de la ONG Relief, encargada principalmente de vacunar a los niños contra la poliomielitis, que ha reaparecido en algunas regiones de Siria debido al conflicto y al colapso del sistema sanitario.

También miembros de la Cruz Roja del Líbano estuvieron presentes durante la operación para atender a los refugiados, entre los que hay niños, ancianos y discapacitados.

El responsable del equipo de la Cruz Roja, Joseph Daud, dijo que atendieron a 45 personas, la mayoría por insolación, dolores de cabeza, vértigos y otros síntomas debido al calor y a las condiciones del viaje encontrados.

En los últimos meses, varios grupos de refugiados asentados en el Líbano han vuelto a en el marco del proceso impulsado por las autoridades de Beirut, que aseguran que ha llegado el momento de que regresen ahora que la guerra ha remitido en algunas zonas del país vecino.

Fuente: EFE

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