Un convoy con unos 400 sirios que vivían como refugiados en la localidad libanesa de Arsal (noreste), partió hoy hacia tras recibir la aprobación del Gobierno sirio y de ser verificada su documentación, informaron medios locales.

Este grupo forma parte de unos 3.000 sirios que han solicitado regresar a sus hogares y que esperan la autorización del régimen de Damasco.

Según varias televisiones locales, mañana está prevista una sentada simbólica en Arsal, donde hay entre 50.000 y 60.000 refugiados, para pedir su vuelta a territorio sirio.

El alcalde de Arsal, Basel Huyeiri, afirmó a la televisión MTV que este regreso se ha producido de "manera voluntaria y no coercitiva".

La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Lisa Abu Jaled, afirmó a EFE que en esta caravana de regreso no ha participado la organización internacional, aunque señaló que trabajadores de ACNUR están presentes por si surgiera alguna necesidad imprevista.

"Se nos informó de su partida, pero no se nos suministró una lista con los nombres de dichas personas", agregó Abu Jaled, antes de subrayar que pidieron autorización a Damasco para estar presentes a su llegada a Siria, pero que hasta ahora no han recibido respuesta.

La ONU y sus agencias se oponen al regreso de los refugiados sirios a su país sin que haya un acuerdo político en Siria, pero las autoridades libanesas, en especial el presidente Michel Aoun y el ministro saliente de Asuntos Exteriores, aseguran que el Líbano no puede soportar más el peso que representan.

Con información de EFE

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