No resistió más. El bebé de Marlen Ochoa-Uriostégui, la mujer latina que fue estrangulada en Chicago para arrancarle al niño de su vientre, murió este viernes en un hospital local.
Yovanny Jadiel, como fue bautizado el pequeño, fue ingresado en cuidados intensivos desde el 23 de abril, fecha en la que Clarisa Figueroa, una mujer de 46 años, asesinó a su madre de la forma más cruel.
Pese a los esfuerzos por salvarle la vida, el bebé no pudo sobrevivir a la grave lesión cerebral que le originó ser retirado violentamente del vientre de su madre que ya tenía nueve meses de embarazo.
CÓMO OCURRIÓ EL CASO
El pasado 23 de abril, Clarisa Figueroa, y su hija Desirée, de 24 años, engañaron a Marlen Ochoa con una invitación a su casa con el pretexto de regalarle ropa para el hijo que tendría en mayo.
Ya en el inmueble de las mujeres, Figueroa estranguló a la embarazada y le realizó un corte en el vientre para retirar al bebé con el que pretendía quedarse. Posteriormente arrojó el cuerpo de Marlen a un basurero.
Luego del ataque, la homicida llamó al servicio de emergencias debido a que el bebé comenzó a experimentar problemas respiratorios. En ese pedido de atención la mujer aseguró a los paramédicos que ella había dado a luz y que el bebé era suyo .
Sein embargo, luego se confirmó que se había realizado una ligadura de trompas y no podía tener bebés
Semanas después y ante las sospechas que despertó este caso se confirmó con análisis de ADN que el bebé no era de Figueroa y que sus padres eran Marlen y Yovani López.
Figueroa, su hija y su pareja fueron detenidos y vienen siendo procesadas por el delito de homicidio en primer grado. Pete Bobak, pareja de la asesina, en tanto, es investigado por encubrimiento.