La activista adolescente Malala Yusufzai recibió hoy el alta médica en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham (Inglaterra) donde fue sometida a varias operaciones tras ser baleada por talibanes en su natal Pakistán el año pasado.
Autoridades del referido nosocomio informaron que la menor experimenta una "buena recuperación" tras la cirugía a la que se sometió el pasado sábado.
Malala recibió un disparo en la cabeza y otro en el cuello el pasado 9 de octubre, por defender el derecho a la educación de las niñas en su país.
Desde hoy, Malala puede seguir su rehabilitación junto a su familia, que se trasladaron provisionalmente desde su pueblo en el valle de Swat (Pakistán) a una casa en Birmingham.
El equipo médico dirigido por el británico Dave Rosser la visitará periódicamente durante los próximos meses para vigilar su recuperación.