El expresidente aún no se ha pronunciado sobre la grave acusación. (AP)
El expresidente aún no se ha pronunciado sobre la grave acusación. (AP)

Redacción PERÚ21

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En declaraciones a la , el ministro del (STF) denunció que el expresidente de Brasil le pidió que aplazara el juicio sobre el peor escándalo de corrupción ocurrido durante su primer gobierno (2003-2007).

Según el magistrado, Lula le ofreció a cambio "protección" y "blindarlo" ante las acusaciones por presuntas vinculaciones con el empresario conocido como Cachoeira, quien se encuentra a disposición de la justicia por comandar una red ilegal de juegos de azar, entre otros varios delitos.

Mendes afirmó que el exmandatario le dijo que era "inconveniente" juzgar en ese momento el escándalo que sacudió su primera gestión, cuando se descubrió que el (PT) pagaba sobornos a algunos parlamentarios para garantizar el apoyo al gobierno en el Congreso.

Lula sugirió, según el juez, que dicho juicio se realice después de que se celebren las elecciones municipales en el segundo semestre de este año.

Al ver que la respuesta de Mendes "no era amigable", de acuerdo con la revista, Lula habría preguntado al magistrado por "el viaje a Berlín", donde mantuvo un encuentro con el senador Demóstenes Torres, investigado por sus presuntas vinculaciones con Cachoeira.

Mendes dijo haber quedado "perplejo" con las insinuaciones de Lula, y aclaró que viaja a menudo a Berlín, donde realizó un doctorado y además reside su hija.

Según la versión electrónica del diario , la asesoría de prensa de Lula informó que por el momento no se pronunciará sobre las denuncias.

Por su parte, el presidente del STF, Carlos Ayres Britto, quien según la es la próxima persona a la que Lula va a abordar con el objeto de aplazar el juicio contra los implicados en el escándalo, afirmó que los ministros de ese órgano judicial "están vacunados contra todo tipo de presión".

El magistrado confirmó además la información de la publicación, que afirma que Lula da Silva lo invitó recientemente "a tomar un vino". No obstante, aclaró que el gesto no le generó ningún tipo de suspicacias y que no tiene motivos "para creer que había malicia en la invitación".