Lula Da Silva, ex presidente de Brasil (El venezolano).
Lula Da Silva, ex presidente de Brasil (El venezolano).

Redacción PERÚ21

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El ex presidente será interrogado hoy por el juez Sergio Moro, a cargo de investigar los casos de corrupción en , una audiencia que podría reconfigurar el futuro político del país.

La ciudad sureña de Curitiba será el escenario para esa confrontación. De un lado, los miles de partidarios del histórico líder de izquierda que llegaron para apoyarlo, y del otro, la multitud de seguidores del magistrado que encarna la lucha contra la corrupción sistémica que intoxica al Estado brasileño.

La policía montó una operación de gran escala para separar a los grupos antagónicos en distintos puntos de la ciudad y levantó un cerco perimetral en torno al edificio de la Justicia, donde solo se permitirá el ingreso de las partes involucradas. El resto de los expedientes fueron suspendidos.

Lula responderá los cuestionamientos de Moro sobre un caso que investiga si recibió un apartamento tríplex de lujo en un balneario de Sao Paulo de manos de la , sumergida en el escándalo de sobornos en Petrobras, a cambio de "ventajas indebidas", según la definición judicial.

"El expresidente está preparado para dar su testimonio al juez Sergio Moro. Y va con la fuerza de la verdad", dijo su abogado defensor, Cristiano Zanin Martins, quien sostiene que aún no han probado una sola de las acusaciones.

"No tuvo ninguna participación en un esquema ilícito en Petrobras. Nada demuestra que eso pasó. Al contrario, las pruebas demuestran su inocencia. Y ahí es donde se constata que es un asunto político ¿Para qué continuar acusando a Lula si ya demostró su inocencia?", agregó.

Cabe resaltar que el ex presidente lidera holgadamente los sondeos de intención de voto para los comicios de 2018 y los estudios más recientes muestran que la brecha en su favor crece, pese a tener un amplio índice de rechazo junto a su Partido de los Trabajadores (PT), que fue barrido en las últimas elecciones municipales.

La sentencia

La sentencia se conocerá entre 45 y 60 días después y sería la primera ligada al ex mandatario en el marco de la Operación Lava Jato que puso al descubierto un fraude de más de 2,000 millones de dólares en la petrolera estatal.

De acuerdo con las leyes brasileñas, Lula no podría postularse si una eventual condena es ratificada en segunda instancia, que según los plazos habituales del tribunal en el estado de Paraná, es un proceso que suele tardar un año.

El expediente, conocido como el 'apartamento de Guarujá', es una de las cinco acusaciones que hasta el momento pesan en contra de Lula, por corrupción pasiva, lavado de dinero, tráfico de influencia y obstrucción a la justicia.

El ex mandatario niega todos los cargos y afirma que se trata de una ficción creada para maquillar una disputa política que pretende impedirle volver al poder en 2018, cuando lidera todos los sondeos de intención de voto.

La fiscalía lo acusa de haber recibido 3,7 millones de reales (1,16 millones de dólares al cambio actual) de OAS, incluyendo el apartamento de Guarujá (Sao Paulo) y si se benefició del costeo del almacenamiento de sus bienes personales y de su acervo presidencial entre 2011 y 2016.

Si es condenado, y el fallo ratificado en segunda instancia, el hombre que ganó fama mundial por capitanear el "milagro brasileño" hace una década deberá bajarse de la carrera al 2018.

El día D del interrogatorio estuvo precedido por un nuevo cimbronazo en su contra: un juez de Brasilia ordenó suspender las actividades del Instituto Lula, que transmite su legado político, por sospechar que esa entidad podría haberse usado para cometer "varios ilícitos criminales".

La suspensión fue firmada el 5 de mayo y comunicada el martes, víspera de la audiencia.

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