El destituido expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, aseguró que se encargará de monitorear el desempeño y la continuidad de las obras que aplique el nuevo gobierno, encabezado por el presidente Federico Franco.
"Más que la recuperación personal del poder de Fernando Lugo en Paraguay, nos importa el proceso democrático, la institucionalidad, el funcionamiento de los organismos del Estado con absoluta transparencia y eficacia", señaló.
Sin embargo, consultado sobre un posible retorno al sillón presidencial paraguayo, Lugo respondió que "en política, todo es posible".
En esta misma línea, manifestó también que encabezará un movimiento de "no reconocimiento" del nuevo Ejecutivo, que tomó el poder tras lo que el llamó "golpe de Estado parlamentario".
Lugo se reunió esta mañana con un grupo de exministros y colaboradores en lo que denominaron "gabinete democrático", en el que además acordaron potenciar "manifestaciones políticas" en rechazo a lo ocurrido el "viernes negro".
El mismo día, y en medio del aislamiento que le imponenpaíses de Sudamérica, juró el nuevo equipo ministerial, en un acto oficial llevado a cabo en el Palacio de López, sede del Gobierno.
RECHAZAN EXPULSIÓN DE MERCOSUREn tanto, tras la decisión adoptada por los países del Mercosur de suspender la participación de Paraguay de la cumbre en Argentina, la Cancillería de este país acusó a estas naciones de haberlo condenado "obviando los procedimientos regulares" y "sin que se haya dado oportunidad alguna al Estado afectado para pronunciarse sobre el particular".
"La declaración, curiosamente, adolece del mismo defecto que se atribuye al proceso interno paraguayo que le dio origen, y que se califica impropiamente como de ruptura del orden democrático, por no haberse respetado el debido proceso", indica la nota oficial.