Cinco años y medio después de su dramático incendio, la catedral de Notre Dame volvió a abrir este sábado sus puertas al mundo con una espectacular restauración.
La imaginación es lo que menos les falta a los k-popers que piden la renuncia de Yoon Suk Yeol.
"¡Notre Dame, abre tus puertas!", pidió tres veces el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeando con su báculo las puertas de la catedral gótica más famosa del mundo, construida hace más de 860 años.
El coro de la catedral respondió desde el interior invitando a los fieles a entrar, aunque debido al mal tiempo, los cerca de 1.500 invitados, entre ellos el presidente electo estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodimir Zelenski, ya estaban dentro.
Bomberos y artesanos fueron ovacionados
Los bomberos y esos artesanos a cargo de la restauración de la catedral fueron ovacionados por los monarcas, presidentes y jefes de gobierno, tras la difusión de un video de recapitulación de sus proezas.
Entre los asistentes estaban igualmente el príncipe Guillermo, heredero de la corona británica; el príncipe Alberto de Mónaco, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y el multimillonario y propietario de la red social X, Elon Musk.
Papa Francisco no acudió
El papa Francisco estuvo ausente, aunque envió un mensaje para la apertura de las ceremonias, leído en los primeros momentos de la ceremonia.
El papa argentino expresó su deseo de que la reapertura "pueda constituir un signo profético de la renovación de la Iglesia en Francia".
También expresó su voluntad de que la catedral siga acogiendo "generosa y gratuitamente" a los visitantes, ante los planes evocados en círculos gubernamentales culturales franceses de cobrar una entrada.
Con información de AFP.
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