La cumbre anual de la Liga de los Estados Árabes reunió a los 22 países miembros este domingo en Arabia Saudita, 24 horas después del bombardeo aéreo a Siria. Los convocados evitaron expresarse directamente sobre los ataques contra el gobierno sirio.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, culpó al gobierno de Bashar al Assad de tener "gran responsabilidad en el derrumbe de la patria y en la pérdida de la dignidad" del pueblo sirio.
Afirmó que las intervenciones extranjeras han "complicado" la crisis de Siria y consideró que la aspiración de seguridad en la nación se ha debilitado. En ningún momento citó la ofensiva tripartita liderada por Estados Unidos.
El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, manifestó igualmente su "preocupación por lo que ocurre en Siria", sin aludir de forma expresa a los ataques de las potencias occidentales.
Además condenó el uso de armas químicas y demandó una "investigación internacional transparente" sobre el régimen de Bashar al Assad. Subrayó que Siria es un "territorio árabe" y consideró que "no es aceptable" que las negociaciones de paz se cimenten en bases "no árabes".
Por su parte, el rey Abdalá II de Jordania se limitó a pedir una solución política para la crisis, mientras que el monarca de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, no habló de Siria en su discurso.
Defensa a Palestina
La Liga Árabe donará 150 millones de dólares para los refugiados palestinos en Jerusalén Este. Tanto el rey jordano como el rey saudí defendieron el derecho de Palestina a tener un Estado.
Arabia Saudita incluso condenó la decisión del Gobierno estadounidense de reconocer a Jerusalén como capital israelí.