Redacción PERÚ21

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Más de 110 cadáveres fueron recuperados el viernes del mar frente a la costa de después que este viernes un bote que transportaba principalmente migrantes africanos se hundió en el Mediterráneo, y una operación separada a gran escala de búsqueda y rescate en mar abierto rescató a 340 personas y recuperó nueve cadáveres.

Los dos naufragios son los más recientes desastres que han cobrado la vida de refugiados y migrantes que buscan una vida mejor en Europa, y se suman a las más de 1,000 personas que han fallecido ahogadas desde el 25 de mayo en su intento por completar la larga y peligrosa travesía en el mar entre África del Norte y las costas del sur de Europa.

Mientras los traficantes tratan de sacar provecho a una mejoría en las condiciones climáticas, los funcionarios afirman que es imposible saber cuántos botes no aptos para navegar zarpan diariamente de Libia a Europa —y cuántos nunca llegan a su destino. Un receptor de operaciones navales en el sur del Mediterráneo, coordinado por Italia, ha sido desplegado tan solo para atender a los desastres de los que se enteran.

En Libia, al menos 117 cuerpos —75 mujeres, 6 niños y 36 hombres— fueron recuperados de las aguas cerca de la ciudad de Zwara, dijo Mohammed al-Mosrati, un portavoz de la de la Media Luna Roja de Libia, a The Associated Press. Todos excepto cinco provenían de naciones africanas. Se prevé que la cifra de muertos aumente. Las imágenes tomadas por la Cruz Roja a los cuerpos no mostraban chalecos salvavidas.

Pero, como suele suceder en estos casos, las autoridades desconocen cuándo o cómo murieron estas personas. La guardia costera libia encontró un bote vacío a la deriva el jueves, dijo a la AP el coronel Ayoub Gassim de las fuerzas navales de Libia, quien añadió que era posible que la embarcación haya naufragado un día antes.

Al-Mosrati señaló que los cadáveres no se hallaban "en descomposición y por eso determinamos que los migrantes se ahogaron en las últimas 48 horas". El portavoz afirmó que el bote hallado podría ser el que transportaba a las víctimas, pero los fuertes vientos y corrientes pueden llevar los cuerpos de un lugar a otro, subrayó, lo que dificulta que las autoridades determinen el lugar de la tragedia.

Con frecuencia las primeras señales de una tragedia son ya sea un llamado de socorro de uno de los pasajeros a las autoridades europeas o el macabro hallazgo de cuerpos arrastrados a las costas.

En diálogo vía telefónica, Gassim culpó a Europa por "no hacer nada sino contar cadáveres" en los esfuerzos para frenar la masiva migración sin autorización legal que sale desde Libia.

Con información de AP.

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