La reina Isabel II reaparece cuidando los caballos de su esposo Felipe de Edimburgo

La reina Isabel II del Reino Unido tiene 95 años y hace casi un mes acaba de perder a su compañero de toda la vida, pero a la monarca hay pocas cosas que la paren. Ni una fría lluvia. El último viernes ha salido del castillo de Windsor para cuidar de que los caballos del duque Felipe de Edimburgo estén bien.

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Al igual que el príncipe Felipe de Edimburgo, la reina Isabel II del Reino Unido gusta de los caballos. Criadora de pura sangre, la última vez que se la vio a lomos de uno de sus ponis fue a finales del 2020. Ahora, mientras se repone del fallecimiento de su esposo, se encarga también de los animales de él.

A juzgar por las imágenes publicadas por el diario británico Daily Mail, la tarea la tiene contenta, porque en las fotos puede verse a la monarca abrigada bajo la lluvia sonriendo mientras inspecciona junto a miembros de su personal a los ponis y el carruaje del duque en los terrenos de Windsor.

Tanto el carruaje, que el propio príncipe mandó construir en aluminio y acero hace una década, como los ponis, de una raza originaria del norte de Inglaterra, eran una parte muy importante y especial de la vida del duque Felipe de Edimburgo, quien falleció el pasado viernes 9 de abril a los 99 años.

“Estoy envejeciendo, mis reacciones son cada vez más lentas y mi memoria no es confiable, pero nunca he perdido el puro placer de conducir un equipo por la campiña británica”, escribió sobre un deporte con el que representó al Reino Unido en varias competiciones y por el que cambió el polo en los 70.