Joao de Deus, célebre curandero de Brasil, quien negocia su entrega con las autoridades tras ser señalado de agresiones sexuales por centenares de mujeres, habría retirado cerca de 9 millones de dólares al enterarse de las denuncias, según informó la prensa local.
La fiscalía del estado de Goiás, donde el curandero tenía el templo al que afluían miles de personas cada semana deseosas de participar en sus sesiones de "sanación espiritual", emitió el pasado viernes una orden de detención en su contra para evitar que huya del país o esconda el dinero.
Las autoridades negocian la entrega del curandero de 76 años con sus abogados, pero hasta la tarde de este domingo no había novedades al respecto.
La justicia lo considera prófugo e Interpol emitió un alerta roja en su contra.
Según el diario 'O Globo', los investigadores descubrieron que unos 9 millones de dólares fueron retirados de las cuentas bancarias de Joao de Deus, cinco días después de que estallara el escándalo.
Todo comenzó con la difusión la semana pasada, en "TV Globo", el mayor canal del país, de una investigación que retomaba el testimonio de mujeres que relataban cómo habían sido obligadas a masturbarse o practicar felaciones al curandero durante sesiones de "sanación espiritual".
En una entrevista con el semanario Veja, Dalva Teixeira, hija de Joao de Deus, reveló haber sido abusada sexualmente por su padre desde que tenía 10 años y hasta los 14, cuando se escapó de su casa luego que la golpeara al descubrir que estaba embarazada.
"Mi padre es un monstruo", dijo la mujer, que en la actualidad tiene 49 años.
Desde la emisión del programa de" TV Globo" centenares de mujeres declararon haber sido agredidas sexualmente por el curandero. La justicia de Goiás recibió 330 denuncias provenientes de todo Brasil, así como de Alemania, Australia, Bélgica, Bolivia, Estados Unidos y Suiza.
La reputación de Joao de Deus trascendió ampliamente las fronteras de su país. En 2012, recibió en Abadiania, localidad donde está emplazado su templo, la visita de la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey y los tres últimos presidentes brasileños recurrieron a sus servicios.
Fuente: AFP