Jean-Marie Le Pen, jefe histórico de extrema derecha en Francia y expulsado el jueves del partido Frente Nacional (FN) que dirige su hija Marine, dijo este viernes que ella "no mató a papá directamente, lo hizo matar por esbirros".
"Está mal matar a tu propio padre. Por eso ella no mató a papá directamente, lo hizo matar por esbirros", se quejó Le Pen, de 87 años, en declaraciones este viernes por la mañana a varias radios francesas.
Le Pen fue expulsado el jueves del partido que cofundó y dirigió durante casi 40 años, tras un proceso disciplinario iniciado por su propia hija Marine —que lo sucedió al frente del partido en 2011— debido a provocadoras declaraciones sobre el tema del Holocausto.
Entre ellas, figura una reiterada alusión a los hornos crematorios, "un simple detalle de la historia", según Jean-Marie Le Pen, también proclive a declaraciones homófobas, o de gusto más que dudoso, como cuando afirmó que el virus ébola podría solucionar la crisis migratoria.
Florian Philippot, vicepresidente del FN, calificó —en declaraciones a la radio RMC/BFMTV— de "lógica" la exclusión del patriarca, ya que este "iba de provocación en provocación".
Pero Jean-Marie Le Pen se defendió calificando de "simulacro" la decisión del FN de expulsarlo, en una reunión de la ejecutiva a la que su hija, de 47 años, no asistió la víspera. El veterano líder acusó a Marine de "dirigir de lejos por teléfono el pelotón de ejecución".
Sin embargo, Jean-Marie Le Pen rechazó la idea de crear otro partido y llamó a sus partidarios a no renunciar.
En declaraciones a la radio Europe 1, Le Pen expresó que "excluye" la idea de lanzar otro partido, una hipótesis temida por los dirigentes del FN a pocos meses de las elecciones regionales en las que esta formación tiene grandes ambiciones.