La princesa de Japón, Mako de Akishino, quien llegó pasado 9 de julio a nuestro país, lucha constantemente por el amor verdadero y está dispuesta a renunciar todo con tal de casarse con esa persona especial que la hace feliz, incluso el privilegio de ser parte de la realeza.
Cuando anunció a la prensa japonesa que tomó la decisión de dejar la realeza para casarse con un plebeyo, Kei Komura, la población japonesa se dividió en dos, entre los que la apoyaban, ya que deseaban la felicidad de la sobrina del emperador y los que no, pues alegaban que ella debe ser un ejemplo y servir a la realeza durante toda su vida, ya que había vivido con los impuestos de los japoneses hasta el día de hoy.
No le importó nada, ni la opinión pública, ni las reglas anticuadas de la casa real japonesa, ni dejar de lado las comodidades las que está acostumbrada.
POLÉMICA
Según la ley que regula la institución los miembros femeninos de la casa imperial, Mako perderá sus derechos y deberes como parte de la familia real nipona al contraer matrimonio Kei Komura, quien no pertenece a la realeza.
La renuncia de los derechos de la princesa Mako ha reabierto el debate sobre la necesidad de reformar la normativa que rige la casa imperial nipona desde 1947. Pues, que las mujeres pierdan su estatus ha reducido el número de los integrantes de la familia real.
EL AMOR SIEMPRE TRIUNFA
La princesa Mako conoció a su comprometido, Kei Komuro, en su primer año de universidad durante una sesión de orientación para programas de intercambio. Komuro le propuso matrimonio en el 2013 y ella aceptó. En setiembre del 2018, ambos hicieron público su compromiso y ella comentó que "Me atrajo de él su sonrisa brillante como el sol" y el respondió "Ella cuida de mí con calma, como la luna”.
Sin embargo, a pesar de los planes iniciales de contraer matrimonio el 4 de marzo del 2019, la pareja tuvo que aplazar la fecha a 4 de noviembre del 2020 por “falta de preparación”.
Habían rumores sobre que el aplazamiento de la fecha se debía a los problemas financieros que tenía la madre de Komura. Pues, ella tenía una disputa de una gran suma con su ex pareja. Japón es un país conservador, por lo tanto, los problemas financieros y escándalos no era bienvenido en la familia real.
A pesar de las especulaciones, un portavoz de la Agencia Real negó que existiera ningún vínculo entre la decisión de atrasar la boda y las recientes informaciones publicadas por los medios sobre una disputa financiera entre la madre de Komuro y su ex pareja.
La princesa Mako destacó que el retraso del matrimonio hasta 2020 permitiría que esta tenga lugar después de una serie de importantes ceremonias de la familia imperial, en alusión a la abdicación del emperador Akihito, prevista para finales abril de 2019.
Masako, la emperatriz japonesa, quien saber a la perfección lo que es aplazar un matrimonio por diversos problemas, dijo lo siguiente sobre su sobrina: “Estoy feliz porque el matrimonio e Mako de Akishino se ha decidido, le deseo de todo corazón toda la felicidad del mundo”.
Cuando Masako iba a casarse con el cual emperador de Japón, Naruhito, su abuelo contrajo la enfermedad de Minamata y algunos problemas familiares puso en duda su matrimonio, inconvenientes que los ahora esposos superaron con amor y paciencia.
NO ES LA ÚNICA QUE LUCHÓ POR SU AMOR
No obstante, Mako no es la primera princesa que dejará la realeza por amor. El octubre del 2018, la princesa Ayako, la tercera hija de la familia imperial Takamado, decidió casarse con un plebeyo, Kei Moriya, quien trabajaba en una empresa de transporte.
Ayako recibirá unos 107 millones de yenes, aproximadamente 950 mil dólares, como compensación por la pérdida de sus derechos.
Por su parte, la madre de Ayako, la princesa Hisako, aseguró a través de un comunicado que educó a su hija “para el día en que ella se valiera por sí misma” y le deseó una familia llena de alegría y felicidad.
Su hermana Noriko, la segunda hija de la familia imperial Takamado, también decidió renunciar a sus privilegios por amor y se casó en 2014 con Kunimaro Senge.
ANUNCIO DE COMPROMISO DE LA PRINCESA MAKO:
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