Redacción PERÚ21

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El MOMO-2, que tenía previsto convertirse en el primero de fabricación privada de en llegar al espacio, terminó de forma prematura su vida útil segundos después del despegue en Hokkaido.

El cohete no tripulado, de una tonelada de peso, 10 metros de largo y 50 centímetros de diámetro, fue fabricado por la firma Interstellar Technologies, compañía fundada por el magnate de Internet Takafumi Horie.

Este es el segundo fracaso de la compañía, que intenta poner órbita una de sus creaciones, y que tiene como objetivo principal, hacer viajes espaciales comerciales en el futuro.

El MOMO-2 logró despegar y elevarse unos metros desde un sitio de prueba en Taiki, pero luego de unos segundos se precipitó a tierra y estalló, generando un gran incendio.

Pese al desastre, no se reportaron heridos en la explosión espectacular, aunque muchos espectadores parecían aturdidos. Se suponía que el lanzamiento enviaría el cohete, que transportaba equipos de observación, a una altitud de más de 100 kilómetros.

A esta falla le antecede un primer intento en julio del año pasado, cuando los ingenieros perdieron el contacto con un cohete aproximadamente un minuto después de su lanzamiento.

Takahiro Inagawa, presidente de Interstellar Technologies, pidió perdón por lo ocurrido y anunció que se abrió una investigación para determinar las causas de la falla. Interstellar Technologies refirió que continuaría su programa de desarrollo de cohetes luego de analizar los resultados de la investigación.

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