Redacción PERÚ21

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El 9 de agosto se conmemoran 69 años de la segunda bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre .

Apenas el 6 de agosto de 1945, la ciudad de Nagasaki fue el blanco del segundo ataque nuclear, que mató a cerca de 70,000 mil personas.

Algunos de los miles de japones fallecieron inmediatamente después de los ataques; otros, por la exposición a las radiaciones.

En junio de este año se subastó en una serie de 24 imágenes inéditas tomadas por el fotógrafo y militar Yosuke Yamahata un día después del ataque nuclear.

Según informó , Yamahata se encontraba asignado cerca de la ciudad. Cuando oyó las noticias del ataque, viajó hasta el lugar acompañado del escritor Jun Higashi y el pintor Eiji Yamada.

Ellos llegaron a la zona devastada a las 3 a.m. del día siguiente. Siguiendo las órdenes de documentar toda la destrucción sufrida en el lugar para usarse después como propaganda militar por el Ejército, Yamahata tomó cerca de 119 fotografías con dos cámaras.

Comentando después su experiencia, el reportero gráfico dijo que la ciudad era "el infierno en la Tierra". "La apariencia de la ciudad difiere de otras localidades bombardeadas. Aquí, la explosión y el fuego redujeron la ciudad entera a cenizas en apenas un instante", destacó.

"Los servicios del teléfono y telégrafo fueron suspendidos, los servicios médicos no pudieron contactar a nadie afuera para pedir ayuda. Los que apenas sobrevivieron la radiación, con los ojos y la piel quemada, vagaban sin rumbo esperando recibir algún tipo de alivio", añadió Yamahata.

Las fotografías fueron publicadas en la revista Mainichi Shimbun el 21 de agosto de ese año. Luego de la llegada de las fuerzas estadounidenses las imágenes fueron censuradas, aunque Yamahata logró esconder los objetivos.

Muerto a los 48 años a causa de un cáncer —que se cree fue causado por su exposición a las radiaciones—, el fotógrafo reflexionó sobre el impacto de sus imágenes en 1952.

"La memoria humana y el juicio crítico tienden a desvanecerse con los años, ya sea por el cambio en el estilo de vida o por las circunstancias. Sin embargo, la cámara, tal como se apoderó de la realidad en esa época, trae de vuelta los hechos que pasaron ante nuestros ojos, sin la necesidad del más mínimo adorno", expresó en aquella ocasión.