Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se sinceró este martes luego de ser abordado por preguntas de la prensa con respecto al aumento de muertes por COVID-19 en dicho país.
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El mandatario no tuvo reparos en admitir que el incremento de decesos a causa de la enfermedad está fuera de control y que la situación está escapando de las manos de las autoridades.
"¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga? Soy Mesías, pero no hago milagros. La vida es así”, señaló Bolsonaro refiriéndose a su segundo nombre, Mesías.
Esto ocurre después que Bolsonaro, a inicios de la pandemia, calificara el coronavirus como una "gripecita’ y tomara medidas tardías de prevención.
Asimismo, el presidente brasileño hizo pública su “solidaridad a las familias que perdieron seres queridos”, pero reiteró que él no podía “hacer milagros”. “
“Mañana seré yo. Lógicamente, uno quiere tener una muerte digna y dejar una buena historia. (...) El virus va a afectar al 70 % de la población. Es infelizmente una realidad”, aseveró.
Brasil es el país más afectado por la epidemia de toda Sudamérica, al registrar ya más de 73.000 contagios y 5.083 fallecidos. Además, se registró 474 muertes en un solo día, superando todas cifras previas.