Se cerraron los locales de votación en Brasil, y cientos de miles de personas estallaron de júbilo en las calles con la victoria del ultraderechista Jair Bolsonaro en la segunda vuelta presidencial.
Mientras tanto, Bolsonaro rezó durante sus primeras declaraciones a la prensa luego de conocerse que obtuvo la presidencia de Brasil tras una reñida campaña electoral que estuvo marcada por la polarización y hasta un intento de asesinato.
"Juntos vamos a cambiar el destino de Brasil", afirmó el excapitán del Ejército de 63 años en un discurso por las redes sociales, con tono marcial y referencias religiosas, transmitido por la televisión. "No podemos seguir coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda", agregó.
"Agradecer a Dios y pedir sabiduría, agradecer a los hombres y mujeres que votaron por mi, con toda la certeza esa es la misión de Dios y estaremos listos para cumplirla", refirió.
Frente a la casa del excapitán del Ejército en una zona acomodada de Río de Janeiro, los gritos de emoción y alegría y los abrazos se mezclaron con un gran alboroto de fuegos pirotécnicos.
Además, Bolsonaro se comprometió a respetar la Constitución, la democracia y la libertad, en su primer discurso como presidente electo de Brasil.
"Ustedes serán mis testigos de que este gobierno será un defensor de la Constitución, de la democracia y la libertad. Es una promesa no de un partido, no es la palabra de un hombre, es un juramento ante Dios", afirmó en un video difundido por Facebook y transmitido por la televisión.
"Somos todos una sola nación, una nación democrática. Somos un gran país, y juntos lo convertiremos en una gran nación, con los ideales de libertad y democracia. Vamos a pacificar Brasil y con la ley vamos a construir una mejor nación", agregó.
Al finalizar su discurso y con la presencia de su esposa, el electo presidente de Brasil también hizo referencia a los valores considerados por muchos como conservadores.
"Por eso estamos aquí, por la familia y la preservación de esos valores, por eso estoy aquí, con mi esposa. Con toda certeza, tenemos la fuerza para conseguir un Brasil mejor", refirió mientras abrazaba a su esposa.
Bolsonaro, un exparacaidista de 63 años, logró capitalizar la decepción y la rabia de una población golpeada por años de recesión y estancamiento y hastiada de los escándalos de corrupción.
Con información de AFP, AP, O Globo