Ivanka Trump, la hija mayor del presidente Donald Trump, es una de las mujeres más poderosas de Estados Unidos y una figura influyente en la Casa Blanca, luego de convertirse en la principal asesora de su padre.
Tiene 35 años y es una exitosa empresaria, socialité y modelo estadounidense. Nació en 1981, fruto del matrimonio del magnate con su primera mujer, una atleta checa llamada Ivana. Se graduó como economista en la Universidad de Pensilvania.
En 2007 lanzó su propia línea de ropa, joyas y accesorios. Poco a poco se involucró en los negocios inmobiliarios de su familia hasta lograr una fortuna superior a los US$100 millones de dólares, lo que provocó críticas en las que se le acusaba de favoritismo, algo que ella negó.
"Mi papá valora el talento, reconoce el conocimiento, la habilidad cuando la ve. No ve el color, no ve el género, él contrata a la mejor persona para el trabajo. Punto", señaló para responder a los cuestionamientos.
Su papel en la campaña electoral electoral de 2016 de Donald Trump fue determinante, ya que logró suavizar la imagen de su padre rechazando que sea un mujeriego y machista.
"En la empresa de mi padre hay más mujeres que hombres ejecutivos. A las mujeres se les paga igual por el trabajo que hacen y cuando una mujer se convierte en madre, se le apoya y no se le excluye", dijo en aquel momento.
Ivanka Trump se convirtió al judaísmo para poder casarse con el empresario Jared Kushner, con quien tiene tres hijos. Cuando su padre llegó al poder dejó la organización Trump y su marca de ropa para convertirse en una de las asesoras de su progenitor.
Dice que no le interesa la política, pero constantemente se reúne con líderes de todo el mundo con quienes trata importantes asuntos de coyuntura internacional.
También es escritora y ha publicado varios libros de autoayuda con un tema que le fascina: el empoderamiento femenino, pues para ella en el siglo XXI se puede ser madre y trabajadora exitosa.