Redacción PERÚ21

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Israel intensificó este martes sus bombardeos en la Franja de Gaza, en* un ataque que dejó más de 100 muertos* y que fue calificado por testigos como el peor desde el inicio de la ofensiva israelí hace tres semanas.

"Fue una noche llena de horror, angustia y pánico", relataron los testigos el bombardeo con disparos de artillería realizados desde barcos de guerra y desde el aire contra unos 150 objetivos en el enclave palestino.

Según los servicios de emergencia palestinos, en los ataques murieron más de 100 personas. Desde el inicio de la ofensiva el 8 de julio fallecieron más de 1,100 personas y resultaron heridas más de 6,500.

La mayoría de los muertos son civiles, muchos de ellos mujeres y niños, señalan los equipos sanitarios locales. De parte israelí hay 43 soldados y tres civiles muertos.

Por primera vez sonaron en mitad de la noche las sirenas de alarma en Tel Aviv y despertaron a sus habitantes. Dos cohetes cayeron cerca de Rishon Lezion, al sudeste de la ciudad, informó el Ejército.

En uno de los ataques israelíes alcanzó la casa del líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniya, quien no estaba en la vivienda, ni tampoco otros familiares.

La casa del que fuera primer ministro en 2006 quedó completamente destruida, informó la televisión Al Aqsa. El edificio de la emisora también fue atacado esta mañana.

La única central eléctrica de la Franja de Gaza fue alcanzada por al menos un disparo de artillería israelí, informaron las agencias palestinas.

El portavoz Fathi Jalil señaló a la agencia Maan que un disparo cayó en un tanque de combustible y desató un incendio. Grandes columnas de humo negro se elevaron sobre las instalaciones mientras se intentaba apagar el fuego.

Otra granada alcanzó una turbina. Hasta ahora los bomberos no consiguieron apagar el fuego.

Jalil habló de consecuencias "desastrosas" para la región, en la que gran parte de los 1.8 millones de habitantes dependen del funcionamiento de la planta, y pidió ayuda internacional.

La central da electricidad a viviendas, empresas, hospitales y bombas de agua en el enclave, donde los residentes llevan años sufriendo cortes de luz. Desde el inicio de la ofensiva hace tres semanas los apagones se intensificaron.