El gobierno provincial de Nangarhar, al este de Afganistán, ha informado que se han descubierto dos fosas comunes con veinte cuerpos pertenecientes a civiles ejecutados por Estado Islámico tras negarse a colaborar o unirse a las tropas yihadistas.
La primera fosa común fue descubierta en la región de Momandara, una de las zonas controladas por Estado Islámico, donde la Policía apenas tiene presencia.
"Los cadáveres de 10 civiles pertenecerían al grupo que fue secuestrado hace dieciocho meses en la aldea de Seh Paye", explicó el portavoz de la región, Attaullah Khogiani.
La segunda fosa fue descubierta en el distrito de Achin también conteniendo los cuerpos de 10 civiles, quienes presentaban signos de tortura y ejecución por la espalda, según han informado fuentes de la policía afgana.
"Encontraremos a los culpables y los llevaremos ante la justicia", han añadido sin especificar si se ha abierto o no una investigación para esclarecer quién está detrás de este nuevo crimen de guerra perpetrado por Estado Islámico. Se presume que los cuerpos hallados pertenezcan a otro grupo secuestrado en Pajirawgam.
Desde 2015, el Estado Islámico atacó con más agresividad a toda la población de Afganistán siendo Nangarhar, la región con más muertes y alto índice de huida hacia otras regiones del país.