El resto de naciones en las que la monarca británica sigue reinando, si bien desempeñando meramente un rol puramente ceremonial, son Canadá, Australia y Nueva Zelanda (los más relevantes), a los que se suman, en el Caribe, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas; y en el Pacífico, las Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea y Tuvalu.