Eugenia de York, nieta de Isabel II del Reino Unido, está casada con el empresario Jack Brooksbank. (Foto:  Pool/Max Mumby/Getty Images)
Eugenia de York, nieta de Isabel II del Reino Unido, está casada con el empresario Jack Brooksbank. (Foto: Pool/Max Mumby/Getty Images)

Detalles que no pasan desapercibidos entre los royals. La reina tiene un gran número de palacios y castillos bajo su poder. ¿Dónde quedan? Cada uno de ellos no solo esconde tradición, sino un gran número de leyendas e historias en torno a la familia real británica. Una nueva revelación acaba de llegar por parte de Jack Brooksbank, esposo de su nieta Eugenia de York, segunda hija del príncipe Andrés, duque de York y tiene que ver con el palacio de St. James que actualmente no es residencia fija de ningún miembro de la realeza.

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Según contó el empresario a Richard Eden, editor del Daily Mail, en una fiesta de Casamigos, la firma de tequila para la que trabaja, este posee un túnel que comunica directamente con un bar, lo que permite a los miembros de la realeza británica salir en total secreto.

“Hay un túnel desde el Dukes Bar hasta el Palacio de St.James. No lo he usado todavía, pero me encantaría probarlo”, asegura el periodista que le dijo el yerno del príncipe Andrés.

‘Hola’ que en Londres hay una gran red de pasajes bajo tierra construidos durante la Segunda Guerra Mundial y que habrían sido útiles durante los bombardeos de la Alemania nazi, por lo que la afirmación de Jack Brooksbank no estaría tan lejos de la verdad.

Un palacio lleno de tradición

El palacio real de St. James, que se caracteriza por su ladrillo de color rojo, se encuentra en el distrito londinense de Westminster, en Londres, y fue construido por el rey Enrique VIII entre 1531 y 1536. Está ubicado a pocos metros de la vivienda de los Windsor y es uno de los lugares más usados por la familia real británica para realizar eventos como bautizos de los bisnietos de la reina y hasta bodas como la de Flora Ogilvy, nieta de la princesa Alexandra, prima de la monarca.

Vista del palacio de St. James en 1812. (Foto: Guildhall Library & Art Gallery/Heritage Images/Getty Images)
Vista del palacio de St. James en 1812. (Foto: Guildhall Library & Art Gallery/Heritage Images/Getty Images)

La historia de los pasadizos secretos

Esta no es la primera vez que se habla de que los castillos de la Corona británica tienen pasillos ocultos. En el documental ‘The Queen’s Palace’ se contó que el Castillo de Windsor tiene una salida oculta; además, se dice que el Palacio de Buckingham conecta con otros edificios emblemáticos de la capital británica como son las Casas del Parlamento.

En ‘Finding Freedom’, la biografía de los duques de Sussex, se cuenta que tanto Enrique como Meghan usaban una entrada secreta para acceder al Palacio de Kensington para que no tuvieran que acceder a su entonces casa por la puerta principal.