Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Solos, en pareja o en grupo, los se han convertido en una de las formas más tradicionales de la fotografía. Por lo menos para los aficionados, que han encontrado en la plataforma perfecta para dar rienda suelta a su creatividad.

"No tengo nada en contra de los selfies pero me parece que mucha gente los utiliza para mejorar la confianza en sí mismo", señala un joven para la cadena 

Convertidos en ya parte de nuestra coteideanidad, los selfies también han abierto paso a una nueva labor: el influencer. Estas figuras se encargar de mostrar una imagen perfecta para sus seguidores, a la vez que promocionan marcas para ganar dinero.

Instagram, con sus mil millones de usuarios, es la plataforma perfecta para miles de selfies e influencers. ¿Sin embargo, qué riesgos puede traer esto?

"Un chico de 14 con sus propios problemas personales cree que debe asemejarse a esas imágenes y le crea una presión enorme", señala Andreas Niggestich, educador de medios.

"Antes la referencia era la publicidad pero ahora cada día ves a aficionados o personas corrientes que también parecen perfectos. Estar rodeado de gente perfecta, lo cual es absurdo porque nadie es perfecto", comenta otro joven.

Niggestich resalta que esta 'perfección ideada' puede ser más dañino en las mujeres; sin embargo, a ellos también les puede afectar. Por ejemplo, "cuando siguen a alguien que va mucho al gimnasio y les inculca mucho el culto al cuerpo". 

"Hay que tener cuidado con las percepciones distorsionadas", indica el educador.