El primer ministro británico, David Cameron, dejó en claro que su país nunca renunciará a la soberanía sobre las Falklands (Islas Malvinas para los argentinos) en contra de la voluntad de sus habitantes.
De esta forma, Cameron reaccionó a la decisión del Mercosur de prohibir el ingreso a los puertos de sus países miembros de buques con bandera de las Islas Malvinas, bajo dominio británico desde 1833 y reclamadas por Argentina.
"Argentina continúa con sus esfuerzos injustificados y contraproducentes por interrumpir el tráfico marítimo alrededor de las islas e impedir que las empresas lleven a cabo actividades comerciales legítimas", dijo Cameron en un mensaje radial de Navidad a la población de la isla ubicada en el Atlántico sur.
"Déjenme ser absolutamente claro: mantendremos siempre nuestro compromiso con ustedes sobre cualquier tema de soberanía. Su derecho a la autodeterminación es la piedra angular de nuestra política", agregó.
Ambos países se enfrentaron en una guerra en 1982. Las Islas Malvinas son consideradas por los británicos territorio de ultramar y su jefe de Estado es la reina Isabel II.
El Reino Unido causó el año pasado el enojo de Argentina al iniciar perforaciones petroleras en las aguas de las Islas Malvinas. Empresas británicas quieren extraer petróleo allí a partir de 2016.
El futuro sucesor del trono británico, el príncipe Guillermo, pasará varias semanas en una base militar en las islas el año que viene como piloto de helicóptero de la Royal Air Force.