Informe sobre torturas de la CIA: Lo que debes saber en 6 puntos

El periodista Jordi Pérez Colomé analizó el documento revelado el martes por senadores de Estados Unidos de la comisión de Inteligencia.
Manifestantes vestidos como detenidos torturados por Estados Unidos en el exterior del edificio de la CIA. (AP)

Tras el 11 de septiembre, la sometió a decenas de detenidos vinculados a Al Qaeda a brutales e ineficaces torturas, según el por el Senado de Estados Unidos, que provocó una condena mundial y podría ser seguida de demandas judiciales.

Los senadores demócratas de la comisión de Inteligencia publicaron un informe, redactado entre 2009 y 2012. A continuación lo que debes saber, :

1. Es un resumen. tiene algo más de 500 páginas, pero es solo un resumen de un documento con más de 6 mil. Un grupo de empleados de senadores demócratas analizó entre 2009 y 2012 más de seis millones de archivos de la CIA.

Al principio iban también a entrevistar a agentes de la CIA. Pero una investigación paralela del Departamento de Justicia podría hacer que sus testimonios pudieran llevarles a condenas. El Senado se limitó por tanto a los millones de documentos.

La CIA no quería que los datos salieran de su sede. Montaron un despacho especial, con ordenadores específicos, para que el personal del Senado trabajara. El esfuerzo costó una barbaridad: US$40 millones.

2. Es una obra demócrata. Los senadores que insistieron con este informe son demócratas. Los empleados del Senado que lo hicieron son demócratas. Los republicanos y la CIA no están de acuerdo ni con los resultados ni con la publicación. Hay conclusiones dudosas, pero el origen de los datos son cables y documentos originales de la CIA.

La CIA estaba tan preocupada que hackeó los ordenadores de los senadores para descubrir si habían tenido acceso a un documento que no querían que el Senado tuviera. El director de la CIA, John Brennan, pidió disculpas a la presidenta del comité de inteligencia, Dianne Fienstein. Los republicanos en el Senado tampoco están de acuerdo con los resultados. Richard Burr será el relevo de Feinstein.

I fear the ramifications for our national security and I stand by my assertion that this report is flawed. — Richard Burr (@SenatorBurr)

Si él hubiera sido el presidente del comité, el informe no habría sido publicado. Por eso Feinstein se ha dado prisa: en enero habrá una nueva mayoría en el Senado.

Mientras el senador John McCain hablaba de tortura en el Senado, la conservadora Fox News analizaba por qué Hillary Clinton es tan progre. Al Jazeera, arriba a la derecha, iba a su rollo:

Split Quad-screen snapshot coverage of CIA Torture report release — Ayman Mohyeldin (@AymanM)

Los republicanos están en este caso del lado de la mayoría de ciudadanos: solo un cuarto de los americanos cree que la tortura nunca está justificada.

Los tres siguientes puntos son sobre qué aporta el informe: detalles nuevos, dudas sobre la eficacia de la tortura y las presuntas responsabilidades.

3. Los detalles truculentos. Estados Unidos había reconocido el ahogo con agua, los abusos de Abu Ghraib (Irak), las cárceles negras. La diferencia con este informe es el nivel de detalles. Hay escenas terribles. He tuiteado durante el día ejemplos mientras leía partes del informe:

"La bandeja del almuerzo de Majid Khan, que incluía humus, pasta con salsa, nueces y pasas, era 'triturada' y rectalmente infundida" — Jordi Perez Colome (@jordipc)

No es raro que Abu Zubaida acabara como un perro de Pavlov: había pasado ya 266 horas recluido en una celda del tamaño de un ataúd.

"Cuando el interrogador 'levantaba la ceja, sin instrucciones', Abu Zubaida 'iba por sí mismo a la mesa del agua'" para ser torturado.— Jordi Perez Colome (@jordipc)

Aquí está el fragmento entero de un detenido como perro de Pavlov del tuit anterior via — Jordi Perez Colome (jordipc)

La tortura de Abu Zubaida pasó aparentemente factura a algunos agentes: "Varios en el equipo profundamente afectados… Algunos hasta el punto de las lágrimas y sollozar", dice un cable.

Así era una cárcel negra de la CIA: "oscuridad total, música a tope, cubos para residuos humanos" — Jordi Perez Colome (@jordipc)

La amenazas a los miembros de las familias no eran solo detenerles: a uno le dijeron que iban a violar a su madre y que iban a cortarle el cuello a la de otro:

La CIA detuvo a un hombre "intelectualmente lento" solo para que un miembro de su familia les diera información — Jordi Perez Colome (@jordipc)

Cuando le contaron de un preso colgado del techo en pañales que defecaba y meaba encima, Bush "expresó incomodidad" — Jordi Perez Colome (@jordipc)

Informe sobre la CIA: "La privación de sueño implicaba mantener despiertos a detenidos hasta 180 horas".— Jordi Perez Colome (@jordipc)

El informe es demoledor: la CIA torturó por error a dos de sus informantes via — Jordi Perez Colome (jordipc)

Hay otras novedades terribles: el detenido Abu Hudhaifa fue "sometido a baños de agua helada y 66 horas de privación de sueño de pie" antes de que advirtieran que no era quien buscaban. No fue el único con el que se equivocaron. Estos son los números totales, según el informe:

En el programa de "cárceles negras", la CIA detuvo a 119 personas. Todas menos 6 en 2002-04. 39 fueron torturados. 26, detenidos por error.— Jordi Perez Colome (@jordipc)

4. La eficacia de la tortura, más en duda. El caso emblemático del uso de la tortura era la detección de al Kuwaiti, el mensajero de Osama bin Laden, que permitió averiguar su escondite en Abotabad. El informe niega los dos beneficios vinculados hasta ahora a la tortura: uno, el nombre de al Kuwaiti surgió antes de mediados de 2002, cuando empezó el programa, y dos, su vinculación años después a Bin Laden surgió de un detenido que fue torturado, pero que habló sobre al Kuwaiti antes de los abusos.

El informe repasa uno a uno los principales casos en los que la CIA presume de haber frenado un atentado o detenido a un cómplice gracias a la tortura. No se sostiene ni uno.

Uno de los más famosos es el de José Padilla y su bomba sucia: su plan "estaba basado en un artículo satírico de internet titulado 'Cómo hacer una bomba atómica', que implicaba girar un cubo lleno de uranio por encima de la cabeza durante 45 minutos".

El problema de la tortura es que bajo su efecto los detenidos pueden decir cualquier cosa y desviar recursos y atención de la investigación. El detenido más célebre de este programa es Khalid Sheikh Mohamed. El coronel Dwight Sullivan, abogado principal de las comisiones militares en el Pentágono, dijo que sus confesiones en serie son "un ejemplo de manual de por qué no deberías permitir métodos coercitivos".

5. Quién hizo qué. El presidente George W. Bush fue informado del programa por primera vez en 2006. La CIA ocultó información al gobierno y al Congreso. Pero el informe no resuelve la duda de qué sabía y en qué momento, pero Bush no se ha distanciado en abosluto del programa que ocurrió bajo su mandato. No renuncia ni escurre el bulto. Su implicación puede verse como patriótica, pero la aceptación del presidente de un programa así mancha a todo el país.

Está claro sin embargo que su administración dio cobertura legal a buena parte del programa. Hay algo que no puede olvidarse: no es lo mismo hablar de tortura en 2014 que en 2002. Los nervios aquellos años eran evidentes entre la inteligencia americana por haber fallado y la presión de los políticos para "hacer todo lo posible" y evitar un nuevo atentado era enorme.

El encargado del programa de interrogatorios, José A. Rodríguez, lo recuerda así: "El programa de interrogación fue autorizado por los niveles más altos del gobierno de Estados Unidos, juzgado legal por el Departamento de Justicia y demostrado efectivo bajo cualquier estándar razonable". Hoy solo se duda de la tercera parte. Esta bonita frase de Rodríguez define la época: "Hicimos lo que nos pidieron que hiciéramos, hicimos lo que nos aseguraron que era legal y sabemos que nuestras acciones fueron efectivas".

No habrá más responsabilidades. Estados Unidos ha publicado todo lo que ha podido. Generará debate. Pero la tortura se quedará aquí. Es otra época negra de la historia del país más poderoso del planeta.

6. Obama no es ningún santo. La tortura ha quedado tocada. Es repugnante y es ineficaz. Estados Unidos ha tenido la valentía de publicar este informe y es admirable. Pero la perfección es un camino más largo. Obama prohibió la tortura nada más llegar a la Casa Blanca. Pero no ha perseguido ni la búsqueda de responsables ni la claridad en qué ocurrió (han pasado seis años ya).

Pero hay algo aún peor: los funcionarios bajo la administración Obama no han torturado a nadie, pero tampoco han tenido la oportunidad. El gobierno Obama optó desde el principio por matar a los sospechosos, no detenerles.

John Rizzo, abogado de la CIA con la administración Bush, dice: "Es mucho menos arriesgado, y en muchos lugares considerado más justificable moralmente, perseguir y matar a un terrorista peligroso que capturarle e interrogarle agresivamente".

Es verdad.

de asesinatos selectivos. El 98% ha sido con drones. De esas 500 operaciones, 450 las ha ordenado el presidente Obama; el resto, Bush. De aquí a unos años, sabremos más detalles sobre este programa. Diremos probablemente que no había otro remedio y que nunca más.

(*) El artículo de Jordi Pérez Colomé fue , de Yahoo Noticias España.

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