Mukhlis Abdul Holik es un niño indonesio de ocho años que sufre una severa discapacidad física que no le permite mantenerse en pie o caminar con sus propias piernas.
Sin embargo, eso no es ningún impedimento para que se desplace cerca de seis kilómetros todos los días hasta llegar a su escuela, que se encuentra en la isla de Java.
Todos los días emprende su viaje y supera cada obstáculo que se le presenta en el camino con el único objetivo de aprender. Su meta es clara, quiere llegar a la universidad.
Para ello, no duda en caminar sobre sus manos, las que protege con unas sandalias. Incluso desarrolló la habilidad de caminar solamente sobre sus manos y así evita que sus pies, que crecieron deformados, toquen el suelo.
"El camino es escarpado pero todos los días consigue" llegar, explica su madre, Pipin, que como numerosos indonesios solo tiene un nombre. Informa AFP.
"Si tenemos dinero puede tomar una mototaxi pero cuando tenemos dificultades, debe arrastrarse por el suelo. Nunca se queja, llueva o haga sol va siempre a la escuela", agrega.
Su sorprendente historia llegó a oídos del propio presidente de Indonesia, Joko Widodo, quien lo visitó por el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Widodo reveló que, a diferencia de otros niños que piden algún regalo, Mukhlis solo le pidió la posibilidad de ir a la universidad. "Cuando nos conocimos le pregunté si quería algo. Pensaba que querría un regalo pero solo dijo que quería ir a la universidad".
"Quiero ser bombero, doctor o astronauta", aseguró Mukhlis en una entrevista reciente. Nada detiene a este pequeño entusiasta y nada debería detenerlo tampoco.