El pasado viernes 28 de setiembre la isla de Célebes, en Indonesia, se sacudía por un terremoto de 6,1 de magnitud en la escala de Richter. Este sismo dejaría un muerto y una veintena de heridos. Pero la pesadilla llegaría tres horas después.
Luego de este terremoto, otro de magnitud 7,5 en la misma escala, sacudió nuevamente el país asiático. Fue justamente este el que generó un devastador tsunami que acabaría con la vida de más de 1500 personas, según las cifras oficiales, y arrasaría con la ciudad de Palú.
Este suceso ha sido particularmente trágico debido a varias razones, una de las principales fue el fallo del sistema de alerta temprana, que permite prevenir a la población ante un desastre de tal magnitud. Sin embargo, lo que ha despertado las interrogantes en los científicos son las características de este sismo y su posterior tsunami.
EL TSUNAMI
En condiciones normales un tsunami se produce, entre otras razones, a causa de un terremoto cuyo epicentro se ubica bajo el mar. En este caso, los bordes de una falla terrestre se mueven de forma vertical luego de haber acumulado la presión suficiente como para detonar y liberar una gran cantidad de energía.
Al desplazarse hacia arriba el lecho marino, se genera una especie de escalón que, a su vez, genera grandes ondas. Estas ondas se manifiestan como olas en la superficie del mar y se extenderán rápidamente a lo largo de todo el océano hasta chocar con la orilla.
A medida que las olas se van acercando a la orilla, la velocidad de desplazamiento disminuye, pero por conservación de la energía, si la velocidad disminuye la altura de la ola aumenta. Es decir, las olas que en alta mar parecían mucho más pequeñas se vuelven gigantes al llegar a tierra.
EL MISTERIO
Sin embargo, en el caso del tsunami que arrasó con Palú, el terremoto tuvo un movimiento horizontal en los bordes de la falla. Las características del terremoto que generó este tsunami son totalmente contrarias a las de los sismos que normalmente ocasionan este tipo de catástrofes.
Es por eso que varios científicos ahora tienen como objetivo investigar lo que pasó antes de la catástrofe de Indonesia, explicarla e intentar prevenir sucesos similares en el futuro.
TEORÍAS POSIBLES
El geólogo de la Universidad de Oxford, Baptiste Gombert, afirma en National Geographic, que la causa del devastador tsunami se debería a la formación de corrimientos de tierra submarinos o, quizás, que la falla tuviera una pendiente submarina.
En el mismo artículo, la vulcanóloga de la Universidad de Concord, Janine Krippner, refiere que los límites de la bahía en la que se originó el tsunami estarían implicados. Esto debido a que al canalizar el agua a un área más pequeña se podría amplificar la magnitud de las olas.
Hasta el momento hay varios investigadores que se han desplazado hasta la zona para hacer sus observaciones con el objetivo de encontrarle un sentido científico al devastador tsunami que azotó la costa de Palú. Así se pretende elaborar modelos que permitan simular el desastre con la intención de prevenirlo en otras zonas de similares características.
Con información de Hipertextual, National Geographic.