Nunca perdió la esperanza. Pese a la desgracia y los momentos trágicos que lo rodeaban tras el tsunami en Indonesia, Bapu Suwarna decidió enfrentar la adversidad y hacer todo lo posible para recuperar a su familia.
De acuerdo a su testimonio a CNN, el hombre estaba trabajando el día que se produjo el maremoto, que ha cobrado, hasta ahora, más 420 vidas.
Tras salir de su centro de trabajo, Suwarna divisó a lo lejos cómo las olas inundaban por completo su hogar, donde vivía junto su esposa y sus tres hijos de 18, 14 y 4 años.
"Cuando salí, vi a gente huyendo de las olas cerca de la piscina y del comedor [...] Vi que mi cabaña estaba oscura e inundada por las olas. Me sentía débil", aseveró.
A pesar de la dura imagen, Suwarna, con el agua llegándole al pecho, emprendió el regreso a su casa. Al momento de llegar a su vivienda, la cual estaba inundada en su totalidad, el hombre escuchó los gritos de uno de sus hijos: "¡Papá, papá, papá!".
Por fortuna, Bapu Suwarna, a diferencia muchos compatriotas suyos, pudo hallar a toda su familia a salvo en uno de los ambientes de su hogar, para luego ponerlos a buen recaudo.