Una familia de seis miembros perpetró una serie de ataques suicidas contra iglesias cristianas durante su hora de misa en Surabaya y causó la muerte de, al menos, 13 ciudadanos, y más de 40 heridos. El hecho es considerado el peor de este tipo en Indonesia desde que, en la Nochebuena de 2000, 18 personas murieron y cerca de 100 resultaron heridas por atentados con bombas.
Según el portavoz de Java Oriental, Frans Barung Mangera, el marido estuvo a cargo de conducir un auto con explosivos y lo hizo explotar contra la puerta de una iglesia. En tanto, la esposa y dos hijas (de 12 y 9 años) se hicieron detonar en una segunda parroquia. Finalmente, otros dos hijos (de 18 y 16 años) utilizaron una motocicleta y explosionaron cerca de un tercer templo.
Por su parte, el jefe de la Policía, Tito Karnavian, informó que la familia estaba vinculada con el movimiento terrorista Jamaah Ansharut Daulah, afín al Estado Islámico. Horas después del ataque, el grupo yihadista reivindicó los tres atentados.
CONDENAN LOS ASESINATOS
Joko Widodo, presidente de Indonesia, señaló que los atentados fueron “bárbaros y están más allá de los límites de la humanidad”.
Por otro lado, la Unión Europea condenó los ataques y señaló que son contrarios a la diversidad religiosa del país.
TENGA EN CUENTA
- Testigos indicaron que los tres ataques del domingo se registraron durante la hora de misa de iglesias protestantes, católicas y pentecostal.