El diplomático peruano opina sobre las elecciones en Estados Unidos, la relación con Perú y el APEC.
Desde el atentado cambiaron las cifras.
Trump no tiene una buena relación con la prensa por su extremismo. La prensa es más proclive a difundir los planteamientos de Harris. Los de Trump son caracterizados como extremos. Y eso ha ido calando en la opinión pública. El cambio principal es que se está percibiendo a Trump como cada vez más extremo. Y a Kamala Harris como alguien que tiene soluciones específicas para temas importantes para los norteamericanos.
Al ver las encuestas por temas, está más peleado.
Los temas más importantes son la economía y la inmigración. Y ahí hay un poco de equilibrio entre los dos. La percepción es que Donald Trump, quien ya tiene experiencia de gobierno, tiene claro qué hacer con la economía. El mensaje de dar preferencia a la industria norteamericana cala entre empresarios y trabajadores. En el caso de la migración, Kamala Harris tiene una aproximación más racional. La solución de Trump es siempre radical. Y eso no ataca el fondo. Le puede traer dificultades con el grupo latino, que es hoy la primera minoría, y con la población afroamericana, a quien tampoco le gusta este extremismo porque lo equipara con la violencia racial, un mal endémico. Estos grupos ven el lenguaje radical como un problema. Otro tema enormemente divisivo: el aborto. Ahí hay posiciones contrapuestas. Puede causarle a Trump dificultad con el voto de las mujeres, porque el aborto está vinculado con la capacidad de la mujer de ser un miembro pleno de la sociedad y de tener absoluta libertad.
¿Harris tendría una leve ventaja sobre Trump?
Estos temas mencionados explican el avance de Harris frente al estancamiento de Trump. Trump no ha disminuido, creo que no ha seguido creciendo. Desde que cambiaron de candidato ha habido un “renacimiento” del Partido Demócrata y un impulso importante, sobre todo en algo que es fundamental en la política norteamericana que es la capacidad de recaudar fondos para hacer campañas.
¿Habrá voto escondido?
Yo creo que sí hay un voto escondido por Trump, sin duda alguna. Hay mucha gente que declara que no ha definido su voto. Y eso esconde un buen porcentaje de votos a favor de Trump. Hay gente a la que le da vergüenza decir que vota por ese extremo. Lo que ocurrió con el Congreso al final de la presidencia de Trump ha marcado a la sociedad norteamericana. Fue un profundo shock, nunca había ocurrido y ha espantado a mucha gente. Y hace que Trump sea visto como alguien sin convicciones democráticas muy profundas.
¿Influye ser percibido como parte del establishment o como outsider?
Hay dos factores. Hay un establishment económico que se ve poco alterado por las elecciones. Allá el sistema económico, el crecimiento de exportaciones y las limitaciones de importaciones nunca están en discusión. El establishment político sí se ve alterado por Trump, quien toma distancia de ellos y se considera un outsider sin pelos en la lengua. El establishment político se siente más confortable con Kamala Harris.
¿Podría llegar Kamala Harris con Joe Biden?
Si ganara Kamala Harris existe una posibilidad de que Biden la invite a acompañarlo al Perú. Si gana Trump, evidentemente no la va a invitar. El APEC es una reunión de líderes mundiales, una de las más importantes que se produce en el mundo. Cómo no le va a interesar a Kamala Harris. Creo que es una oportunidad superinteresante para ella. Con lo cual no estoy ni siquiera anunciando que estén considerando eso. Lo digo más por lógica que por otra cosa. Sería magnífico. En caso de que ganara Harris, deberíamos hacer el esfuerzo porque eso ocurra.
Latinoamérica no parece estar en la agenda electoral norteamericana.
Es algo que hay que lamentar. En los últimos años América Latina ha desaparecido del radar político norteamericano. No hemos sido prioritarios, no hay una política frente a América Latina, no hay iniciativas importantes y ha habido muy poca presencia de alto nivel de los Estados Unidos en países de la región. Tenemos derecho a reclamar a Estados Unidos que debe tener una política latinoamericana y debe prestar la atención debida
a la región.
La preocupación por las inversiones chinas debería traducirse en inversiones.
Desde que era embajador en Washington, hace 3 o 4 años, había una muy fuerte preocupación norteamericana por la presencia china. Y, sin embargo, lo que no hay, incluso hasta hoy, es una acción decisiva de los Estados Unidos para promover inversiones en nuestra región. Las relaciones económicas no pueden afectarnos ideológicamente. Esa es una de las preocupaciones de Estados Unidos: que esas inversiones nos condicionen ideológicamente.
TENGA EN CUENTA
- “Al elector promedio le preocupa si van a mandar a sus hijos a la guerra. No tanto el gasto militar. Desde el 11-S el norteamericano se siente más inseguro”.
- “Venezuela es una herida abierta. Es inaceptable que un régimen dictatorial pretenda perpetuarse. Hay que decirlo con todas las letras y en todos los foros. La solución es venezolana pero con apoyo internacional. Hay que pensar medidas más fuertes. Sanciones económicas y control de cuentas de jerarcas. Hay que aislar al régimen”.
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